La Massana: bancal de artistas desde hace 85 años

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MAR ROCABERT / Barcelona

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La Escola Massana lleva 85 años como bancal de artistas de todas las disciplinas, jóvenes que apostaron por formarse en una escuela que es todo un referente en arte y diseño en Barcelona, y está situada en un enclave histórico, el Hospital de la Santa Creu, en el Raval, una ubicación que dejarán cuando esté construido el nuevo edificio en la plaza Gardunya, detrás de La Boqueria, previsto para el curso 2016-2017.

Fue el 14 de enero de 1929 cuando la escuela inició su andadura en la enseñanza de los oficios artísticos, gracias a la generosidad de Agustí Massana, un pastelero y filántropo barcelonés que dejó su legado para crear este centro municipal donde los hijos de los obreros pudieran formarse. Desde entonces, han pasado por sus aulas 70.000 alumnos 900 profesores.

El horno de leña

Madolaescultora y ceramista de 70 años, que tiene su estudio en Premià de Dalt, se inició en la cerámica hacia 1965, y estuvo seis años en la escuela. Reconoce que la Massana ha sido su base como persona y artista, ya que esos años le aportaron "una manera de entender la vida". Eran los sesenta y llegaban al centro de Barcelona ecos del movimiento hippie, la Nova Cançó y el nuevo teatro.

"Era un lugar efervescente de cultura y donde podías conocer a gente nueva".  Recuerda que era muy estimulante "pasar la noche tirando troncos a un horno de leña que había en la clase de cerámica". Cuenta que entraban a las siete de la tarde y a veces salían de madrugada, y esto en aquella época daba mucha "libertad".

Pionera en su época, Madola montó un taller de cerámica y vendía sus piezas en tiendas de Barcelona. Más tarde, estudió Escultura en la Escuela de Bellas Artes, donde también se doctoró. Su trayectoria ha seguido por el sendero artístico y su obra se ha afianzado en espacios urbanos y salas de exposición.

Su última instalación, 'Donar forma a la paraula', es un homenaje a Salvador Espriu en el cementerio de Sinera, cuarenta piezas para cada poema del 'Llibre de Sinera', creadas para conmemorar el año Espriu. Fue precisamente el poeta quién presentó la primera exposición de Madola, en el Ateneu Barcelonès en el 1967.

El golpe de suerte

Nada más salir de la Massana, Luki Huber, suizo de 41 años, tuvo el golpe de suerte que aupó su carrera como diseñador industrial. La idea brillante fue convertir un barquito de papel en una vela decorativa, un producto que le compró la empresa Cerabella, y enseguida se vendió por todo el mundo.

Para Luki Huber, que llegó a la Escola Massana en el 1994 procedente de la Universidad de Lucerna, "la clave de este éxito reside en haber creado algo nuevo jugando con un referente". "Todo el mundo ha hecho un barquito de papel, y eso conectó", apunta, destacando la importancia del trabajo manual, algo que se llevó de La Massana, "donde se potencia mucho el trabajo con las manos", y la ubicación es perfecta para el desarrollo de ideas, añade.

Corría 1998 y, desde entonces, Luki Huber se ha convertido en un diseñador de renombre, sobre todo por su paso por El Bulli, donde creó y adaptó a las necesidades del mejor restaurante del mundo los utensilios de alta cocina y los objetos para servir, creaciones que han sido objeto de una exposición en el Centro Pompidou de París.

Defendiendo como lo hace la "importancia de pensar con las manos", no es de extrañar que su marca se llame 'Manual Thinking'. Tiene el estudio en el Born y ha creado una herramienta de trabajo propia que tiene como base los mapas, que le permiten jugar con hasta 800 ideas en una sesión de desarrollo de producto y poder ordenarlas sin enloquecer.

La marca Massana

Pamela Pérez (32), Laia Adsuara (31) y Maria Lóbez (26) salieron de La Massana hace cinco años, después de cursar las tres Joyería Artística, y también Artes y Diseño las dos primeras. Para ellas el paso por el centro ha representado una buena iniciación en el oficio, que les ha dado la oportunidad de aprender diferentes técnicas y dejarse influenciar por los talleres de otras disciplinas.

Valoran mucho que haya un programa como el OFF Massana, unos talleres en el Poblenou que la escuela ofrece durante dos años a los alumnos que han acabado los estudios para que inicien su proyecto, con la maquinaria precisa, pero creen que debería acompañarse de dotación económica para los incipientes emprendedores. Aún así, ellas encontraron un taller en el Raval, y allí empezaron en el 2011 su estudio de joyería contemporánea Amalia Vermell, una apuesta para renovar el lenguaje de esta disciplina.

Les ha marcado mucho la "libertad" que les dejaban para crear, que les ha permitido conocerse y expresarse a través del arte. Creen que "pasar por la Massana marca de alguna manera", y ellas mismas se lo notan en el estilo, la estética y la forma de trabajar. "Seguramente por el hecho de dar importancia al valor artístico acompañado de la técnica, el oficio", un valor conceptual que siguen aplicando con Amalia Vermell.

La más reciente

Carol Pérez tiene 36 años y es una de las más recientes exalumnas de la Massana, pues acabó su curso de Introducción a la Ilustración hace tan solo dos semanas, a mediados de marzo. Apasionada por la pintura, decidió abrir la mente hacia nuevas maneras de expresarse con la ilustración, y adentrándose en su forma narrativa.

"Quería probar si era capaz de explicar una historia a través de la ilustración", explica, afirmando que se ha quedado "con ganas de más" porque su experiencia ha sido muy enriquecedora. Destaca el trabajo excepcional de la profesora Àfrica Fanlo, que ha sido "motivadora, comprometida y ha sabido transmitir el amor que siente por su profesión".

Después de constatar que la ilustración es "hablar y explicarse sin usar las palabras", le gustaría compaginar esta disciplina con el diseño gráfico. Todavía tiene que encontrar el encaje entre ambos, pero tiene clarísimo que este es su camino. De momento todo lo que crea tiene una ventana virtual en el blog 'Carol Up Art'.'Carol Up Art' 

Año festivo

Este año va a ser festivo para la Massana. El 28 de junio habrá un concierto espectáculo en el Liceu, poesía y música dialogando sobre la creación artística, con antiguos alumnos de la escuela como Jordi BatisteMaría de Mar BonetOscar FontMont Plans o Pau Riba.

En septiembre, está previsto un homenaje al profesor Santiago Pey, que fue el iniciador de los estudios de Diseño Industrial en la escuela Massana, de esto hace ya cincuenta años. Para enero del 2015, se está montando una exposición sobre el pasado, presente y futuro de este bancal de artistas, que reunirá a algunos de sus exalumnos.