CITA DEL CICLO 'PALAU 100'

'Pasión' de Bach con acento japonés

El Palau de la Música aplaude la versión ofrecida por Massaki Suzuki y sus formaciones instrumentales y corales

Masaaki Suzuki, durante la interpretación de 'Pasión según san Juan', de Bach.

Masaaki Suzuki, durante la interpretación de 'Pasión según san Juan', de Bach. / A. BOFILL

CÉSAR LÓPEZ ROSELL / Barcelona

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La versión de Masaaki Suzuki de la 'Pasión según san Juan' de Bach llenó al Palau un día después de su paso por el Festival de Música Religiosa de Vic. Cada vez que se programa el considerado como el más intenso y completo exponente del drama sacro musical, junto con la 'Pasión según san Mateo', hay una buena respuesta de los aficionados. El refinamiento de una partitura revisada por su autor durante 25 años hasta alcanzar su máximo nivel estético siempre es una oportunidad de sumergirse en la belleza de su profunda espiritualidad.

En el caso de la cita del lunes en Palau 100 el aliciente añadido era ver como respondía ante el reto el Bach Collegium Japan, compuesto por una orquesta con instrumentos antiguos y una coral. Las largas aclamaciones del público después de dos horas ininterrumpidas de concierto no dejan lugar a dudas de la aceptación de una propuesta reforzada por destacadas voces solistas europeas.

Reconocimiento internacional

La formación nipona, creada en 1990 para ofrecer al público japonés un repertorio barroco alejado de su tradición, ha ido creciendo de nivel en la medida en que sus intérpretes se han familiarizado con el espíritu de esta obra y han acabado recibiendo el reconocimiento internacional por sus giras y el medio centenar de premiadas grabaciones del autor. Suzuki, que alterna la dirección con su actividad como organista y clavecinista, ha colaborado con formaciones de época europeas y es un músico con experiencia y capacidad para exigir el rigor interpretativo que plantean obras como la que nos ocupa.

Sin entrar en comparaciones con grupos de referencia como los de Gardiner, la verdad es que, gracias a la matizada, briosa y detallista dirección de Suzuki, el Bach Collegium ofreció una actuación equilibrada y llena de emoción. Los 68 pasajes de esta cumbre de la música religiosa mantuvieron siempre la atención de la sala modernista y al llegar a la arrebatadora belleza de los coros finales, el público acabó levitando. Entre los solistas brilló especialmente el tenor Gerd Türk en el rol del Evangelista, con un fraseo espléndido y una notable proyección. La soprano Joanne Lunn exhibió un bello color de voz y el contratenor Damien Guillon mereció los aplausos por su actuación, aunque en la velada lo mejor estuvo siempre en la ajustada labor de conjunto..