LANZAMIENTO DISCOGRÁFICO DE UN CLÁSICO MODERNO

La madurez de Mogwai

La banda rock escocesa publica hoy 'Rave tapes', álbum de vocación atmosférica y con toques de banda sonora imaginaria

Mogwai, en una imagen promocional, con Barry Burns segundo por la derecha.

Mogwai, en una imagen promocional, con Barry Burns segundo por la derecha.

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Cuando se dio a conocer, a mediados de los 90, Mogwai era una banda que daba miedo. Su forma de combinar pasajes tranquilos con explosiones eléctricas y su habilidad con el crescendo crearon escuela; y seguramente algún que otro caso de tinnitus, porque sus actuaciones podían doler. Pero poco a poco su estilo fue cambiando, incorporando elementos electrónicos y pop; adiós a la doctrina del shock, bienvenida la madurez, pero a su manera.

Mogwai se han dulcificado sin abandonar del todo la atmósfera de inquietud y melancolía. De hecho, se podría decir que solo han cambiado de estrategia para dar miedo: en lugar del susto, ahora buscan un terror que es como una humedad que se extiende lentamente.

En ese sentido, su nuevo álbum comparte mucho con la serie de terror francesa Les revenants, reposada, poética y elegante -los muertos volvían a la vida bien lavados-, cuya banda sonora compusieron.

El esperado Rave tapes de Mogwai es «descendiente directo» de ese trabajo, afirma Barry Burns, especie de hombre orquesta del grupo; aporta voces (a través del vocoder), teclado, guitarra, flauta… «Creo que estábamos empapados del clima de terror de una serie como Les revenants. Pero otra influencia clave fue el director y músico John Carpenter. El sello Death Waltz ha estado reeditando sus bandas sonoras y, la verdad, hemos estado muy metidos en ellas».Para acercarse a las músicas de filmes como 1997: Rescate en Nueva York, se hicieron con un sintetizador modular que se reveló duro de tocar. «Al final le cogimos el truco y lo usamos en gran parte del disco, pero fue complicado. No era como nuestro viejo Roland, que hemos vuelto a usar mucho; el sinte modular es más difícil».Según Burns, cuando empezó en Mogwai tampoco sabía mucho de tocar la guitarra. «Es un poco la filosofía del grupo: incorporar instrumentos sin saber mucho de ellos. Trastear y ver qué sucede. Tampoco sabía mucho de piano cuando empecé a tocarlo para la banda». Si escuchas la banda sonora de Les revenants, crees que quien toca el piano ha sido un prodigio del instrumento toda la vida.

Rock action (2000) fue un punto de inflexión para Mogwai: el álbum en el que empezaron a introducir elementos electrónicos y a buscar pasajes melancólicos que no tenían por qué derivar en la tormenta perfecta. Según Burns, llevan trabajando igual desde que grabaron ese disco, «intercambiando ideas por correo pero solo acabando de darles forma en el estudio. No es la forma más barata de trabajar, pero es la que preferimos». 

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Su música actual crece con cada escucha. Sus secretos y capas se revelan solo progresivamente, como en sus queridos Boards Of Canada. Burns no niega el influjo en Rave tapes de Tomorrow's harvest, su último disco. Los dos son bandas sonoras imaginarias. «De ciencia ficción de los 70, de algo como Sucesos en la IV fase de Saul Bass. Quizá me equivoque, pero creo que quien disfrutara del último disco de Boards Of Canada también disfrutará del nuestro».¿Y para cuándo la presentación de Rave tapes por aquí? «En breve. Barcelona siempre ha sido amable con nosotros. España, Francia y Japón deben de ser los países con más fans de Mogwai. No sé por qué nos entienden tan bien en un lugar como Barcelona. No puede tener que ver con el tiempo. Ustedes tienen un tiempo adorable, nosotros todo lo contrario».