Figura decisiva de la vida cultural

Un biógrafo colectivo

Josep Maria Castellet escribió sus memorias en forma de episodios protagonizados por escritores, editores e intelectuales como Pla, Barral, Espriu, Roig, Comín, Ferrater y Fuster

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EL PERIÓDICO
BARCELONA

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A Josep Maria Castellet le costaba más encontrar tiempo para escribir que para leer, en su opinión la primerísima tarea de un editor, o conversar (algo que no quedaba mucho más atrás en su orden de prioridades). Aun así, a su abundante bibliografía como crítico y antólogo de las literaturas catalana y castellana en los años 60 y 70 se le sumó en los últimos años una producción más literaria, en el campo de la memorialística. Libros en que era difícil distinguir dónde empezaban las biografías de sus compañeros de generación, dónde sus propias memorias o dónde el retrato irónico de la sociedad literaria y editorial.

EN DEFENSA DE PLA. Todo empieza en 1978, con Josep Pla o la raó narrativa. Castellet se aproximó al autor a partir de los supuestos contemporáneos de la crítica literaria. Pero las mismas características del autor le acabaron conduciendo al terreno de la biografía, y a reflexionar sobre «el arte de la memoria». Aunque, en torno al escritor ampurdanés, un texto imprescindible es Una carta a Josep Pla, incluida en Els escenaris de la memòria, con recuerdos como el mítico choque con Espriu en el restaurante Glacier y lleno de comprensión ante un Pla cuyas contradicciones eran, decía, «reductibles a una: de ser un conservador al mismo tiempo liberal y reaccionario». Castellet no logró nunca, a su pesar, que Pla recibiese el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes. En Dietari de 1973 lo explica. «Un hombre que ha escrito más de 20.000 páginas en catalán y básicamente sobre el país, de gran calidad literaria y con voluntad de arrancar del olvido a hombres y hechos, personas y obras, merece alguna cosa más que ser suprimido de una lista por falta de ejemplaridad (...) los que han rechazado la candidatura de Pla han sido -con las excepciones de rigor y de buen sentido- los escritores y los intelectuales en general y algún día se avergonzarán de ello».

RODOREDA EN GINEBRA. En su capítulo dedicado a Mercè Rodoreda en Els escenaris de la memòria (1988) viajaba hacia el pasado desde el entierro de la escritora hacia una visita en Ginebra, en 1973. «La Rodoreda, si es que alguien hablaba de ella, había sido considerada personan no grata por muchos de los supervivientes de la derrota. Fue su público, sus lectores, quienes la rescataron, finalmente, y la reconocieron como la gran escritora que era».3CIUDADANO DEL MUNDO. En el 2007, Castellet recuperó un dietario de 1973. Critica la frivolidad de las acciones de resistencia de los intelectuales, la poca receptividad ante los autores del boom, la cultureta... «'Piensa en ciudadano del mundo y escribe en la lengua que quieras', sería un buen eslogan para los escritores catalanes (o castellanos, que no hay tanta diferencia)», escribe.

LOS REFUGIOS DE BARRAL. En Seductors, il·lustrats i visionaris, Castellet retrataba a seis amigos: Manuel Sacristán, Carlos Barral, Gabriel Ferrater, Joan Fuster, Alfonso Comín y Terenci Moix. De Barral recordaba que tras «su consagración como descubridor de escritores, de tendencias» con el Biblioteca Breve a Vargas Llosa, «siguió sintiéndose progresivamente incómodo, a pesar de los éxitos y el prestigio internacional que alcanzó. Toda responsabilidad de cualquier tipo lo desconcertaba y aturdía. Sus refugios siempre eran los mismos. Calafell, la poesía y los amigos. También, el alcohol».

EL ESPRIU CABALISTA. Las Memòries confidencials d'un editor del 2012 llevan como propina los retratos de Baltasar Porcel, Carme Riera y Salvador Espriu. Explica como intuyó, en la redacción de su Iniciació a la poesia de Salvador Espriu, la influencia en él de la cábala judía. «Había encontrado la fuente del misterio, para mí hasta aquellos momentos impenetrable, del secretismo del poeta», escribe, La respuesta de Espriu, manuscrita, fue un mayúsculo no. Que para Castellet fue el sí de un iniciado en la cábala.