Discos nacionales

1 TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO 'VICTORIA MÍSTICA' Las aventuras cósmicas de un grupo con instinto pop

Bautizados en honor a una canción de New Order, estos gallegos con casi diez años de historia han logrado construir un sonido propio, sofocante y evasivo, que alcanza su cumbre en este tercer disco (cuarto contando la recopilación de maquetas El hombre del siglo V). 

Tras trabajar sin continuidad con el gurú británico Peter Kember (Sonic Boom), optaron por otro camino más personal y autoproducido en esta obra densa y espaciosa, en la que desarrollan su fijación por las texturas espesas, propias del noise-pop y el rock espacial (previa parada en My Bloody Valentine), y a la vez despliegan melodías sustanciosas que Isabel Cea sabe defender aportando un bienvenido toque de levedad.

Victoria mística, una obra que no descubre un lenguaje innovador ya que parte de hallazgos del indie pop de los años 90, se impone, no obstante, a través de un cancionero poderoso que se alza en dinámicas cósmicas y estallidos de electricidad garajera: ahí está la arisca Lo hispano marcha-La banca paga, con sus mensajes más explícitos sobre la actualidad socioeconómica. Un contrapunto terrestre para un disco que induce al oyente a despegar sus pies del suelo y alzar el vuelo.

2 MANEL 'atletes, baixin...'

Obra de crecimiento para los autores de Al mar!, que se decantan por un sonido más eléctrico (adiós al ukelele), con tensión y pliegues rocosos, para arropar narraciones que preservan su tacto minucioso y sus finalidades conmovedoras: de Vés, bruixot! a Mort d’un heroi romàntic y A veure què en fem. ¿Costumbrismo pop-folk? Grandiosas canciones.

3 DELOREAN 'APAR'

Un robusto paso al frente del grupo de Zarautz (Guipúzcoa), que desarrolla un patrón pop que rinde culto a las melodías elaboradas a través de tratamientos sonoros sofisticados, con texturas algodonosas y reflejos oníricos que remiten a grupos de los 80, de Cocteau Twins a Prefab Sprout. Edificante.

4 EL PETIT DE CAL ERIL 'LA FIGURA DEL BUIT'

Tras el funerario Vol i dol, Joan Pons se rearma con un cancionero travieso y de amplio espectro, rico en claves esotéricas, laberintos conceptuales y guiños a la memoria ancestral. Todo un mundo sembrado de enigmas pero de acceso diáfano, con psicodelia y vientos soul.

5 DOBLE PLETINA 'de lo concreto a...'

Tras algunos singles lúcidos, el quinteto barcelonés, apuntalado en las voces de Laura Antolín y Marc Ribera, lanza un primer disco de tiros largos que consolida sus aptitudes para la canción pop esbelta y emotiva, heredera de una tradición miniaturista que entronca con Vainica Doble y el Donosti sound. Con sentimiento e ironía.

6 MALA RODRÍGUEZ 'BRUJA'

La rapera gaditana cierra filas, en su quinto disco, en torno a su hip-hop guerrero y sensual, nutrido de rimas deslenguadas (oigan la furia de 33) y de elaboradas dinámicas rítmicas con parada y fonda en los ritmos jamaicanos. María Rodríguez, en una sustanciosa versión cruda y sin concesiones.

7 PONY BRAVO 'de palmas y cacería'

Una de las expresiones más librepensantes del año viene de este grupo sevillano, que en su tercer disco lleva más lejos, si cabe, un heterodoxo menú en el que caben ritmos afro, soltura flamenca y pellizcos cubanos y discotequeros. Arte pop iconoclasta y difícil de abarcar. 

8 KIKO VENENO 'SENSACIÓN TÉRMICA'

¿Cuántos veteranos, de carrera asentada, se atreven a cuestionar sus hábitos y modos, y a darle la vuelta a su sonido? Veneno se lanza a la piscina de la mano de Raül Fernández (Refree) en un disco audaz y refrescante, donde su aura de cantautor de frontera alcanza nuevas cotas de expresividad. Renovados trajes para un autor esencial.

9 ANÍMIC 'HANNIBAL'

El grupo de Collbató modifica su senderismo folk-pop y adopta una identidad más oscura y tremendista, a juego con motivaciones líricas enraizadas en el contexto terrenal de la crisis. Siguen aspirando a la belleza, pero ahora es más convulsa, agitada por tambores de guerra que evocan al mítico Aníbal.

10 REFREE 'nova creu alta'

Hiperocupado como productor (Pérez Cruz, Veneno, Rosenvinge), Raül Fernández sacó tiempo para revolucionar su vehículo personal, Refree, alzando el tono tanto en los textos (alusiones ácidas al clima social) como en el sonido, endurecido y expandido. Un airado Refree.