CAMBIOS EN LA PRINCIPAL EMPRESA TEATRAL CATALANA

Julio Manrique abandona la dirección del Romea

Borja Sitjà, responsable de La Villarroel, ocupará el cargo a partir de enero

Daniel Martínez, presidente de Focus, y Julio Manrique, el pasado septiembre en la entrada del Romea.

Daniel Martínez, presidente de Focus, y Julio Manrique, el pasado septiembre en la entrada del Romea.

JOSÉ CARLOS SORRIBES
BARCELONA

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Quince años ha cumplido la empresa Focus como gestora del Teatre Romea y en ese plazo de tiempo ha contado solo con dos directores artísticos para el histórico escenario de Ciutat Vella. Si el primero (Calixto Bieito) estuvo 12 años en el cargo, el segundo (Julio Manrique) únicamente cumplirá tres. Daniel Martínez, presidente del grupo Focus, y el implicado anunciaron ayer el cambio a partir de enero -«de mutuo acuerdo», dijo Martínez- en la dirección artística del Romea.

Borja Sitjà será el sustituto de Manrique en una decisión que supone un movimiento de piezas en la principal empresa teatral catalana. Sitjà, que sustituyó a Carol López, estará solo un año en La Villarroel, cuya dirección ocupará Tania Brenlle.

Con 20 años de antigüedad en la casa, era la principal colaboradora de Jordi González (vicepresidente de contenidos) en el grupo. «Hemos considerado que era lógico y justo por su conocimiento de la nueva autoría catalana y como promoción interna», dijo Martínez.

NUEVO PERFIL / La remodelación supone también una reorientación en la figura del director artístico de los teatros del grupo. Romea, Villarroel y Goya (el Condal no está en esa línea con un programación más comercial y variada) han contado en los últimos años con directores escénicos para definir la línea de sus programaciones. Aparte de Bieito y Carol López, el argentino Javier Daulte desempeñó esa función en La Villarroel. Ahora con dos gestores, como Sitjà y Brenlle, Pou se queda como único director-artista y renovará su contrato que también acaba ahora, avanzó Martínez.

«Son programadores y nos pueden ayudar a cuidar más el estilo que quiere Focus para sus teatros. Todos los directores tienen la mirada concentrada en su entorno y así, como empresa, podremos abrirnos a más gente. Vivimos una situación preocupante», recordó Martínez. Antes había apuntado su satisfacción «por una convivencia cómoda, tranquila, con Manrique». Además ha aportado, dijo, un aire diferente al Romea, «sin variar el objetivo final de un teatro de calidad y comprometido, con visión de servicio público».

COLABORACIÓN FUTURA / Martínez subrayó, en todo momento, que ha sido Manrique quien ha tomado la decisión. «No hemos provocado el cambio y me hubiera sorprendido que hubiera querido seguir. Ya nos costó convencerle para que aceptara y siempre nos dijo que estaría tres años». Añadió además su intención de seguir contando con él como artista. «Le hemos pedido una obra para la próxima temporada».

Manrique, por su parte, explicó su despedida por su intención de volver a la plena actividad artística. «Tengo que dedicarle espacio a ser actor y director. Es mi trabajo», sentenció. Elogió «la apuesta valiente» de Focus cuando confió en él después de la larga etapa de Bieito, una apuesta que se ha mantenido en estos tres años. «He hecho cosas arriesgadas y temerarias», declaró.

EL CONTEXTO DE LA CRISIS / Junto a esa satisfacción, puntualizó que su llegada al Romea coincidió con «un momento muy difícil». «Estar en medio de ese contexto es delicado y la crisis nos estalló en la cara». Se refería Manrique a su segunda temporada, «de la que estoy muy orgulloso a nivel de programación pero la más dura en cuanto al público». Dos apuestas personales como Roberto Zucco, que él mismo dirigió, y Litoral, de la tetralogía de Wadji Mouawad, obtuvieron unas cifras decepcionantes del 34% y el 30%, respectivamente, de ocupación.

Esas notas amargas han convivido en la etapa de Manrique con la «emoción» vivida con Incendis. Será su despedida, por ahora, como actor del Romea; como director lo hará con una obra encuadrada dentro de la programación del Grec.