Malú se desnuda

«Quería un disco que reflejara lo que soy yo realmente», explica Malú. «Mi vida -añade- es hoy por hoy un completo 'sí'». Y con este positivismo explícito grabó y tituló su noveno disco. La gira de Sí se enfrenta esta noche a un reto difícil: llenar el Palau Sant Jordi. Pero con una noticia, positiva claro, muy reciente: ayer supo que había alcanzado el disco de platino (lo que equivale a 40.000 ejemplares vendidos). Además, el pasado 9 de noviembre ya logró congregar a 15.000 seguidores en el Palacio de los Deportes de Madrid. Claro que allí jugaba en casa. «Quisimos empezar así, a lo grande», admite la cantante.

En realidad, hoy no será la primera vez que pise el Palau Sant Jordi. Ya lo hizo «con 17 añitos». Cuando entonces era una Aprendiz. La pieza que interpretó como invitada de Alejandro Sanz (el autor del tema). «Pero ahora evidentemente es distinto. Así que hay nervios. Tensión. Y, sobre todo, mucha emoción. El público catalán siempre ha sido maravilloso».

Un punto de agresividad

En Sí, Malú se muestra más dinámica, revistiendo sus piezas incluso con toques electrónicos. «Cuando estaba armando el compacto, me apetecía hacerlo de forma más  agresiva. Darle un puntito de agresividad musical, para que en los conciertos pudiera disfrutar todavía más. Y el resultado es un show muy divertido», se congratula.

El sencillo elegido, Que más me da, sirve de ejemplo. De su pose más cañera. Y también de su optimismo declarado. Aunque se trate de hablar de desamor, como es el caso. «Es la postura más inteligente -asegura-. A veces nos encerramos en lo horrible que es lo que nos ha pasado en vez de pensar: vale, me has hecho daño, me has destrozado, pero he aprendido y gracias a ello me siento mejor si cabe. Porque he salido reforzada de la situación».

En un intento de reflejar esta nueva  Malú, «más fuerte y agresiva», la sobrina del tocaor Paco de Lucía quiso posar desnuda para ilustrar su trabajo. «Fue idea del fotógrafo, Rubén Martín. Y solo con él me habría atrevido a hacerlo. Son unas imágenes en las que no buscábamos la sensualidad, sino la elegancia. En blanco y negro. Y jugando con el agua». Bueno, más bien el agua les jugó una mala pasada. «Sí, se rompió la piscina y acabó todo inundado», recuerda, entre risas.

La coach del popular programa La voz firma varias piezas. Y Dani Martín le regaló «la más tierna»: Desaparecer. «Me la mandó y me encantó. Saca mi lado más dulce. En el terreno personal. E interpretativo». Su voz puede con todo.