Vente a Barcino, Marco Didio

En sus 20 novelas, Marco Didio Falco, el detective en la Roma de Vespasiano creado por Lindsey Davis, solo está una vez, y de paso, en la colonia Julia Augusta Paterna Faventia Barcino. Lo hace en Una conjura en Hispania, que de hecho se centra en Corduba. Eso sí, en Barcino nace su hija Julia Junila Layetana, quizá llamada así, sería muy propio de él, en honor del popular y peleón vino layetano. Pero de hecho, el guiño barcinonense de Davis (Birmingham, 1949) estaba dirigido a su editor barcelonés, Daniel Fernández, y a la ciudad donde viajó por primera vez al extranjero como escritora.

Quizá desde ayer Davis se sienta algo presionada, amablemente, pero presionada, para darle una segunda oportunidad, a pesar de su modestia, a la colonia fundada por Augusto. La escritora británica recibió el primer premio Barcino de novela histórica en el Saló de Cent. Es decir, recordó la catedrática de Historia Antigua Isabel Rodà, «en el espacio continuador, más o menos, de la curia donde se reunían los centumviri», los cien notables de la colonia. Antes de llegar al ayuntamiento, con su editor hacemos entrar a Davis en Barcino como lo haría un romano llegado por mar desde la capital del imperio. Primero la torre redonda («poco habitual», comenta) de la plaza dels Traginers, con los sillares erosionados por la arena que levantarían los temporales de levante de la playa cercana. Después la puerta de mar, en la calle Regomir (a la derecha, el cuerpo de guardia donde se cobraban los portoria y las termas del suburbio marinero donde los navegantes se limpiarían la sal del viaje), para subir decumanus arriba hasta el foro. La escritora está cansada y nos ahorramos subir a las ruinas del templo a hacer algún sacrificio como recién llegados... pero a ver si le damos alguna idea.

Al recibir el premio convocado con motivo de la semana Barcelona Novel.la Històrica, Isabel Rodà lanza el anzuelo. «¿Quizá algún día Marco Didio Falco recorrerá las calles de Barcelona?». «Siento que no haya estado más por aquí. Pero tomo nota de este deseo. Y quizá pueda venir, o su hija si la hago viajar...», contesta Davis. Aunque Falco se ha tomado un descanso, y no será la barcelonesa Julias sino, si es el caso, su hermanastra Flavia Alba, que protagoniza una nueva serie aún no publicada en España. Sus lectores ya la esperan. Aunque no venga a Barcino, que tampoco hace falta forzar. Porque Davis, aunque le ponga sentido del humor y humanidad a sus historias, necesita investigar muy en serio antes de escribir. «Si no, acabas escribiendo fantasía», apunta. O, aún peor, historias de matronas y musculosos gladiadores «que son aventuras disfrazadas», y no novela histórica.