Barribrossa agasaja a Estellés y Távora

Hermann Bonnin, director de la La Seca-Espai Brossa, recordó ayer las palabras de Joan Brossa para presentar la cita que impulsa el espacio escénico del Gòtic y que alcanza su 10ª edición. «Es necesario poner luz a ciertas cosas olvidadas». Esa vocación iluminadora define al Barribrossa, que no es ni «un festival ni una muestra» según Bonnin, pero que pese a su modestia es un magnífico escaparate cultural y ciudadano, en el que participan cediendo sus espacios vecinos de La Seca como el Macba, el CCCB, el Museu Picasso y la SGAE. El ideario del Barribrossa está marcado por la vocación de poner una mirada de hoy a vanguardias del siglo XX, esas «cosas olvidadas» a las que se refería el poeta, artista visual y dramaturgo.

Si la anterior edición giró en torno al grupo Dau al Set, la actual que se desarrollará del 15 al 20 de octubre evocará la figura de tres «barceloneses de adopción» bajo el lema La poética del cuerpo. Es el nexo que entrelaza a artistas tan dispares como el bailaor Vicente Escudero (1888-1980), el director teatral Salvador Távora (1934), y el poeta valenciano Vicent Andrés Estellés (1924-1993).

GELABERT, EN EL PICASSO / Esa poética del cuerpo se manifiesta, según Bonnin, en el baile rupturista, geométrico y elegante de Escudero, un artista al que admiraron Piccasso, Brossa, Miró y Sebastià Gasch. Vallisoletano de nacimiento, murió casi en el olvido en la plaza Reial. También desde el flamenco, pero con otra mirada, el teatro de Távora evoca el grito y el cuerpo de Andalucía. Por último, la poesía de Estellés, de una teatralidad incuestionable, es un exaltación del cuerpo y de la sensualidad.

Las actividades, todas gratuitas, se mueven entre espectáculos, recitales y una conferencia. Por ejemplo, el viernes 18, Cesc Gelabert interpretará a Escudero en una perfomance con la colaboración del cineasta Isaki Lacuesta. El día 20, será el Diumenge Estellés con una trilogía de obras bajo la tutela de Albert Roig.