El otoño editorial llega con reestructuraciones en Planeta y RBA

Cambios de funcionamiento, reducción de títulos y ajustes de colecciones en un mercado con una caída de ventas acumulada del 35%

La sede del Grupo Planeta, en la Diagonal de Barcelona.

La sede del Grupo Planeta, en la Diagonal de Barcelona. / ARCHIVO / RICARD CUGAT

ERNEST ALÓS / Barcelona

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Hace unos días, un editor comentaba que, con una caída de ventas acumulada del 35% en el sector editorial (de media; hay quien está en el 15% y quien se desangra con un 50%), quien no esté ejecutando o preparando cambios importantes, o lo hará, o tendrá problemas. Incluso (o sobre todo) si hablamos de los grandes grupos, sin exceptuar el mayor de ellos Planeta. Este difícil otoño editorial ha llegado con la división de libros del grupo de José Manuel Lara Bosch en plena reestructuración y con un movimiento importante, y aún a medio definir, en otro grupo editorial barcelonés, RBA. 

Coordinar una estructura monstruosa

De hecho, la reforma interna de la división de librerías de Planeta, con Jesús Badenes como director general, busca organizar una estructura mastodóntica que requería una reorganización con crisis o sin crisis.

Un cambio de filosofía está detrás de la nueva dirección de márketing y comunicación, dirigida por Marc Rocamora. Los jefes de prensa de cada sello (con un papel destacado en la nueva etapa de Naïr Gutiérrez, de Seix) dejan de depender de sus editores y es esta nueva área quien decide cómo se distribuyen los esfuerzos promocionales.

De Badenes dependerá también el actual director general del Grup 62, Xavier Mallafré, que a sus atribuciones en el grupo editorial en catalán añadirá una nueva área, 360º, que buscará nuevas formas de explotación para obtener rendimiento de los libros del grupo. A su vez, Santos Palazzi estará al cargo de desarrollar el sector del libro electrónico, el libro de bolsillo y el infantil y juvenil, y las editoriales que dependían de él (como las del área académica y cultural), se agruparán junto con el resto de sellos bajo la dirección de Carles Revés.

En esta área editorial se produce un cambio con efectos internos pero que tendrá una influencia directa en la oferta que llegará a los lectores. La tradicional politica darwiniana de Planeta, que lanzaba a todos sus sellos a competir entre ellos, dará paso, a partir del 1 de enero, a una estructura coordinada, a una mayor definición de cada editorial en torno a su perfil propio (Seix Barral literario, Destino con cierta especialización en el género negro, Planeta con más orientación comercial) y a una reducción de la autonomía de decisión de los responsables de cada sello editorial.

Por una parte, dos editoras, Elena Ramírez, de Seix, y Belén López, hasta ahora en Espasa, pasarán a dirigir dos equipos de editores y estarán al cargo, respectivamente, de la ficción internacional y de la ficción en castellano. Un editor de la casa explica que es "de sentido común" que en lugar de seis editores leyendo el mismo manuscrito, encargando informes de lectura y pujando entre ellos en las subastas para hacerse con un título, estas dos figuras coordinen la contratación de nuevos títulos y decidan su distribución entre los distintos sellos. Una de las consecuencias inmediatas será, por ejemplo, que Temas de Hoy abandone el campo de la ficción y se centre en el ensayo.

Pero de momento, este nuevo esquema solo ha definido la cúpula: las consecuencias concretas en autores, títulos, colecciones y funcionamiento diario se irán viendo durante el 2014. 

Colecciones enteras en cuarentena en RBA

Tras multiplicar su producción de títulos en los últimos años, y a pesar de tener unos resultados mejores a la media del sector gracias al buen funcionamiento de los libros de infantil, juvenil y cocina, RBA ha puesto el freno. La reestructuración de su división de libros, tras la incorporación como director general de Pere Matesanz (ex Planeta), apenas ha empezado, con una reducción de plantilla durante este verano (y, como síntoma, una visible moderación en el gasto en la habitual fiesta del premio de novela negra RBA, que ha pasado del hotel Juan Carlos I a la sede del grupo).

Las únicas colecciones que mantienen su velocidad de crucero son las que pueden defender sus resultados en las librerías: infantil y juvenil, cocina y negra. El sello en catalán, La Magrana, ha perdido visibilidad (sus libros son rotulados ahora con la marca RBA) y colecciones enteras como las de ficción extranjera y en castellano, ensayo e historia y divulgación han pasado a mínimos, en espera de que se decida su futuro (y el posible lanzamiento de líneas más rentables) durante el año 2014. Una situación que ha supuesto cambios en el departamento editorial (Joaquim Palau ha pasado a gestionar las actividades de la Fundación RBA y los libros de personalidades cuya publicación a menudo va asociada a actos públicos en la sede del grupo y Manel Martos se mantiene al frente de Gredos con una actividad reducida) y que es especialmente visible en la colección de novela fantástica, lanzada a todo trapo hace unos meses y que, antes de llegar a los 20 títulos, se ha visto radicalmente frenada. Su último título, 'Las luminosas', de Lauren Beukes, ha aparecido sin la maquetación y la numeración de la colección Fantástica, y en previsiones solo hay en perspectiva un título nuevo.   

Pantaleón Bruguera deja la dirección general de Tusquets

En el caso de las editoriales que han entrado en el último año en la órbita accionarial de Planeta, Grup 62 y Tusquets, la conmoción sucedió hace meses, con departamentos enteros subsumidos en la 'casa grande', pero el terremoto aún sigue teniendo réplicas. En el caso de Tusquets, una vez integrados todos los departamentos no editoriales en la estructura de Planeta, su director general, Pantaleón Bruguera, ha dejado su cargo, vaciado en gran parte de atribuciones, para pasar a ejercer una asesoría externa.

En el Grup 62, realojado en un piso de Pedralbes (excepto infantil, bolsillo y todos los departamentos no editoriales, integrados ya físicamente tras sufrir un recorte de plantilla en la sede central de Planeta desde la toma del control del 66% por parte del grupo de Lara al adquirir a un precio sorprendentemente bajo la participación de la Caixa), los siguientes pasos que se esperan son las decisiones sobre qué hacer con sus sellos en castellano (Península pasa a tener como editor a Ramon Perelló), cómo se definirá la editorial Empúries tras la salida de su editora Eugènia Broggi y que se confirmen las informaciones sobre el retorno de algún antiguo responsable editorial de la casa.