Jordi Cruz: "Yo soy mi cocina"
"Mis amigos aseguran que tengo la virtud de herir con dos palabras. Pero en la cocina no la saco"
Últimamente, los clientes que llegan al Àbac, el hotel en cuyo útero palpita la cocina evolutiva e inquieta de Jordi Cruz, sacan la cámara y no solo para inmortalizar su nieve de Bloody Mary de mariscos y salazones. Quieren una foto con él, el más sexi de la tríada de 'Masterchef', el que tiene un club de fans en Chueca, el cocinero que provoca comentarios libidinosos en las redes (ahí va alguno: "Sus pelos pumuki me matan", "me lo comería con patatas", "uff k calor de chef!"). Pero el de Manresa, en plena digestión de ese plato graso que es el éxito mediático, se limita a admitir que antes solo le pedían que firmara el menú, y ahora buscan retratarse con él. Ni 20 años entre fogones, ni tres espacios gastronómicos, ni tres estrellas Michelin, ni la coronación como Cocinero del Futuro lo habían proyectado tan rápido al imaginario popular.
--En la tele, la cocina tiene un no se qué de Guantánamo.
--En la cocina real la acción dura 12 horas al día, en la de 'Masterchef' hay que reflejar esa actitud en media hora. La presión la da un reloj.
--Hombre, a alguno ha humillado.
--Eso es otra cosa. He entendido qué es la televisión. Con Pepe [Rodríguez], que es un gran maestro, he aprendido lo que engancha a la gente. Toca transmitir conocimiento de cocina, pero a la vez entretener.
--Ya. Pero esa ironía hiriente suya no se improvisa.
--La tengo, lo sé. Mis amigos aseguran que tengo la virtud de herir con dos palabras. Pero no la saco en la cocina. Gestionar una exige mucha psicología. Cada cocinero tiene una fortaleza u otra, te permite apretarle más o menos. Y calo a las personas rápido.
--Adrià dice que, cuando cocina, deja la mente en blanco.
--La adrenalina te hace estar alerta y salen todos los conocimientos. Y es chulo porque, a veces, dependiendo del cliente, haces una comunión de productos y sale algo nuevo. Y ahí viene el auténtico subidón. Pero la cocina es entender las pequeñas cosas que hacen que una receta funcione, la proporcionalidad, el equilibrio.
--Bien. Pero, si hay que entenderle a usted, ¿por dónde empezamos?
--Es que yo soy mi cocina. Cuando encuentro algo distinto que puedo explotar, lo exploto. Ahora tenemos mucha 'citritis'.
>>Lea la entrevista completa con el chef Jordi Cruz en e-Periódico.
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