CHISPA CANALLA EN EL CLUB CAPITOL

El 'retHorno' de los chefs del humor

Toni Moog, Albert Boira y Eva Cabezas estrenan un nuevo menú de La Cocina de los Monólogos

IMMA FERNÁNDEZ
BARCELONA

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Sirven un humor fresco, directo y atrevido. De sabor canalla y gamberro. La Cocina de los Monólogos vuelve mañana al Club Capitol con un nuevo menú -El retHorno- elaborado por dos de los miembros iniciales: Toni Moog y Albert Boira, y un nuevo componente: Eva Cabezas. «Va a ser la gran sorpresa del show. Es una nueva Florinda Chico», le agasaja Boira, su padrino profesional. «Mi único talento es descubrir talentos. Una de las claves para triunfar es no tener miedo», suelta el cómico, que también supo ver en su día el hilarante potencial del entonces técnico y dj Moog.

También el creador de los taquillazos Singles, Facemoog y Blanca Navidad, que asume la dirección y producción del espectáculo, elogia la nueva incorporación femenina: «Hay pocas mujeres que hagan este tipo de canalleo tan directo como el de Albert y yo. Ella da mucha caña y es muy fresca», dice Moog. Cabezas ya ha cocinado monólogos en solitario (Teatreneu) y fue colaboradora de Florentino Fernández en Así nos va (La Sexta). «Me echaron y pusieron a Carmen Lomana. Ganó la imagen al humor», suelta la actriz que, entre otras ocurrencias, explicará a los espectadores algunas «instrucciones para el buen uso de la pareja».

El trío de chefs servirá tres monólogos individuales, y también interactuarán entre ellos y con el público. «Les pediremos que nos digan refranes y los integraremos en el show; la improvisación es uno de nuestros ingredientes», anuncia Boira, que reivindicará «la inmadurez a los 50». Él, a los 40, dio el gran salto de su vida: de formador de vendedores en una multinacional a vender la moto en escena. «Con aquella vida no me divertía». Descubrió el Club de la Comedia y se puso a cocinar monólogos por las salas de Barcelona hasta triunfar en el Capitol junto a Moog y Txabi Franquesa. «Fuimos los pioneros del stand up comedy en la ciudad, entonces no había nadie».

Moog, que lleva siete años soltando «barbaridades» en el Club Capitol, desvela alguno de los nuevos dardos. La familia real será una de sus dianas. «Si los Urdangarin fueran gitanos, los hijos estarían en un centro de acogida y los padres, en el talego».