EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EGIPTO

Miles de peces sagrados

Egiptólogos catalanes presentan los hallazgos de la misión en Oxirrinco

Restos de oxirrincos, raros ejemplares de peces, hallados en la excavación de la zona a la que dieron nombre.

Restos de oxirrincos, raros ejemplares de peces, hallados en la excavación de la zona a la que dieron nombre.

ANNA ABELLA
BARCELONA

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Ni es un milagro ni hay panes pero sí «miles, miles y miles de peces sagrados, de todas las medidas, desde 1,20 metros a ejemplares minúsculos, algunos con signos de momificación». Y el 96% son oxirrincos, un raro pez de río, poco apreciado para comer, al que los antiguos egipcios de la zona a la que dio nombre, Oxirrinco, 190 kilómetros al sur de El Cairo, hallaron un destino perfecto: el de ser venerados y simbolizar a su principal divinidad, Tueris. Diosa que, según resume anecdóticamente el catedrático de Egiptología Josep Padró, «originariamente era la compañera de Seth, dios del mal, pero cuando este perdió la batalla con Horus, hijo de Osiris, dios del bien, cambió de bando y se quedó con Osiris». Según ciertos mitos, fue un oxirrinco el que se comió el falo de Osiris...

Padró, presidente de la Societat Catalana d'Egiptologia (SCE) y director de la misión arqueológica de Oxirrinco, que cuenta con el apoyo de la Universitat de Barcelona y la Universidad de Montpellier, pero que, víctima de los recortes, ha perdido el del Ministerio de Cultura, hacía ayer balance de la última campaña de esta excavación, en la que la SCE trabaja desde 1992. Además de los peces, se ha desenterrado una esfinge de piedra calcárea de metro y medio de largo, que aunque no tiene ninguna inscripción, pertenece a la época faraónica. Su sonrisa, según el catedrático, recuerda al periodo saíta

-664 a 525 a. C., en la XXVI dinastía-.

«En el Egipto de la Baja época era costumbre venerar y momificar animales sagrados como halcones, cocodrilos o ibis, pero no se conocían hasta ahora fosos de peces», apunta Padró. Estos, cuya antigüedad puede ir del periodo saíta a la época romana, estaban en dos depósitos votivos y han sido examinados por el experto belga Wim van Neer, del Museo de Historia Natural de Bruselas, autoridad mundial en arqueozoología y fauna fluvial, que «impresionado» por el hallazgo, habló con un pescador de la zona, que le consiguió dos ejemplares frescos de oxirrincos.

NILÓMETRO / Los egiptólogos han hallado además un pozo de cuatro metros de profundidad, que pudo ser un nilómetro, para controlar las crecidas del Nilo, y una escalinata ascendente, «no se sabe hacia dónde», pero que podría ser a lo que «parece un espacio sagrado, un templo...». Habrá que esperar a la próxima campaña para averiguarlo.

Vea el vídeo de la misión de Oxirrinco con el móvil o en e-periodico.es