«No tengo un puto duro»

Candela Peña presenta en Málaga 'Ayer no termina nunca' y se reafirma en el mensaje que lanzó en los Goya

Candela Peña, en el Festival de Málaga, donde ayer presentó 'Ayer no termina nunca'.

Candela Peña, en el Festival de Málaga, donde ayer presentó 'Ayer no termina nunca'.

OLGA PEREDA / Málaga

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Candela Peña salió de cuentas el día que su padre murió. Una semana después dio a luz a su primer hijo, una experiencia vital con la nunca antes había fantaseado. «Nunca imaginé que sería madre. Pero sucedió, apareció». A su padre y a su hijo dedicó la actriz catalana el Goya -el tercero de su carrera- por Una pistola en cada mano. Subida en el estrado, denunció que su padre había muerto en un hospital público sin mantas ni agua. Acariciando su cabezón, se preguntó qué educación pública le esperaría a su hijo. El discurso provocó una salvaje tormenta mediática y política y Candela Peña se refugió en su casa. Ayer volvió a dar la cara. Y lo hizo en el Festival de cine de Málaga, donde presentó Ayer no termina nunca, de Isabel Coixet.

«Mi padre, cuando se estaba yendo, me dijo que si me daban un premio se lo dedicara. Yo, en ese momento, no tenía trabajo. Lo de los Goya fue la manera que tuve de agradecerle muchas cosas. Por eso quise hablar de la mierda del país en el que vivimos. Mi padre se murió en un hospital donde, vale, te ponen un agua pequeñita en las comidas. Pero si necesitas una botella grande, te la tienes que comprar. El personal sanitario se portó extraordinariamente bien. El director del hospital es un cargo público y político y tiene que defender la institución, pero el personal del centro está conmigo. Coño, he parido un niño. ¿Qué pasa con la educación pública? La semana de los Goya se había suicidado un matrimonio mayor que había sido desahuciado de su casa. Soy ciudadana. Compro en Día. Y no tengo un puto duro. No pude pagarme el AVE para ir a recoger el puto Goya. El maquillaje de ese día, que costaba 300napos, me los pagó la productora. Nunca imaginé que me darían el premio. Estaba convencida de que sería para Ángela Molina [Blancanieves]. Me dio un subidón al oír mi nombre. No llevaba nada preparado y me salió del alma decir todo eso», explicó ayer la actriz en conversación con EL PERIÓDICO sin poder contener las lágrimas.

La tormenta que se desató después de la ceremonia de los premios del cine español la convenció de que en este país no hay libertad de expresión. «Estoyflipadacon lo que ha pasado», destacó la actriz mencionando que a su madre hay vecinos que le han retirado el saludo. «Pero estoy contenta porque ahí donde esté mi padre pensará que le he dedicado mi Goya. Y volvería a hacer lo mismo. Sigo pensado lo que dije y mucho más. No le falté el respeto a nadie. Simplemente conté una experiencia vital. Lo que quiero es que ese señor que he parido se sienta orgulloso de su madre», añadió la actriz, nacida en Gavà en 1973.

EL TALENTO «NO VALE»/ El desencanto de Candela Peña es evidente. Y lo demuestra, una vez más, cuando habla de su carrera como actriz. «No vale para nada tener talento ni tresgoyas. Me encantaría pesar cinco kilos menos, ser más alta, tener un blog de moda y salir mucho en las portadas. Y en lugar de tresgoyasme encantaría tener el premio al rostro más bonito del cine español. Es durísimo lo que estoy diciendo, pero es así. Da igual que te lo curres, no te apoyan», subrayó mientras dejaba claro que, al igual que más de cinco millones de españoles, ella también está en el paro. Una vez finiquitada su aventura empresarial de diseño de zapatos («aquello salió fatal»), la actriz -que no ha cobrado su habitual caché ni en Una pistola en cada mano ni en Ayer no termina nunca- está tratando de levantar una serie de televisión con Pilar Castro. «Llevamos tres años con esto. ¡Tres años! y, al final, ha tenido que ser una productora mujer la que nos diga que sí», explicó.

SIN SUBVENCIONES/ De lo que sí habla bien Candela Peña es de la nueva película de Isabel Coixet, que se estrena el 26 de abril y cuyo presupuesto ha salido exclusivamente del bolsillo de la directora. Aun así también hay desencanto en las palabras de su protagonista: «Cuánta misoginia que hay en la prensa... Han criticado a Isabel y la han llamado niña bien por haber levantado sola este proyecto. Isabel es la hija de una ama de casa y de un señor que trabajaba en Fecsa. Y en vez de agradecer y valorar los huevos de levantar esta película, se le echan encima».

La dura y descarnadaAyer no termina nuncasupone el reencuentro de Candela Peña con Javier Cámara, que ya fueron matrimonio cinematográfico enTorremolinos 73(Pablo Berger, 2003). Ubicada en el 2017 y en una España apaleada por la crisis económica, Peña y Cámara dan vida a una pareja cuyas vidas se han separado (él se ha ido fuera de España para tener un trabajo digno y ella se ha quedado en paupérrimas condiciones). Ambos tendrán que cerrar viejas heridas. Es mejor no saber nada más del argumento porque cualquier cosa que se comente puede ser unspolieren toda regla.

DIRECTORA CAÑÍ / «Yo pensaba que no era suficientementecool como para que Isabel me llamara para una de sus películas. Y también que ella no era lo suficientemente cañí como para llamarme a mí. Me he dado cuenta de que ella es cañí y yomegacool», se rió. «Ha sido una pasada conocer a Isabel porque engloba un montón de cosas que admiro en el ser humano. Es una mujer mujer. Es inteligente, culta, independiente, generosa, valiente y con un talento increíble. He encontrado a mi John Cassavetes», concluyó la actriz no sin antes recordar que el modelito mañanero y nocturno (para la alfombra roja) era prestado. Menos los zapatos, que son un regalo de su madre y los usa poco. Solo son para ocasiones especiales.