LA VILLARROEL ACOGE UN ÉXITO DEL PASADO GREC

El virus del miedo

Josep Maria Miró, autor de 'El principi d'Arquimedes', que alerta sobre el «puritanismo americano» y la perversión de las redes sociales

Josep Maria Miró, autor y director de 'El principi d'Arquimedes'.

Josep Maria Miró, autor y director de 'El principi d'Arquimedes'.

IMMA FERNÁNDEZ
BARCELONA

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Un padre se presenta en una piscina airado: sospecha del beso que le ha dado un monitor a su hijo. ¿Un beso inocente o no? Lo planteaEl principi d'Arquimedes, que tras su éxito en la sala Beckett recala en La Villarroel e invita al espectador a mojarse.«Algunos decían que el monitor era inocente y otros que nunca dejarían a su hijo con alguien así. Esto nos instala en una sociedad del miedo», argumenta el autor y director, Josep Maria Miró i Coromina.

Hoy nuestra sociedad se ha visto anegada por el«puritanismo americano»,que ha cambiado los modelos afectivos y las relaciones humanas. «Leo noticias sobre la prohibición de abrazar a un niño para no generar exceso de confianza o afecto. Antes no pasaba».Cita el ejemplo de sus padres, que a los 25 años ya tenían tres hijos.«Fueron muy responsables pero había un elemento de juventud que provocaba más espontaneidad y relajación. Ahora veo padres mayores, de 40 años, más preocupados de los peligros del mundo».

A la expansión de este«virus del miedo»contribuyen unos políticos empecinados en vender seguridad. De las políticas de seguridad de guerra hemos pasado a las de proximidad, a las quejas por doquier. «Se ha instaurado una especie de fascismo de proximidad», espeta el autor.

Sociedad efervescente

También alerta del peligro de las redes sociales -«pueden ser tan beneficiosas como perversas y destructivas, cuando se extienden rumores negativos»- y del acelerado tempo que nos gobierna, marcado por las nuevas tecnologías.«Todo va muy rápido. Esta sociedad reclama inmediatez y respuestas rápidas, sin analizar los problemas, como le sucede al padre de mi obra». Es un mundo «efervescente» en el que las cosas pasan en un pispás deltrending topical olvido.«¡Me espanta esta sociedad!», exclama el joven dramaturgo, que propone ralentizar el chip.«Sería bueno tener a veces la capacidad de vivir el instante un poco más extenso».

Vivimos en un mundo«cloroso, aséptico pero a la vez deteriorado por la humedad», aduce Miró en referencia metafórica a la piscina donde ha ubicado una historia que conecta con su anterior y polémicaGang bang.«Aquellos ataques contra la creación tienen que ver con este texto: la prohibición, el miedo».El antídoto a esos temores está«en la responsabilidad y la ética individual». No podemos reclamar a nuestros gestores actitudes impecables si nosotros no las cumplimos, razona.«Nosotros hemos fallado como ciudadanos. Ellos también, sí, y la gran pregunta es por qué en este país no dimite nadie».Son tiempos complejos pero Miró, que pasará dos meses becado en Uruguay, no es de los que se ahogan:«Yo a la hora de escribir intento ser pesimista y a la hora de vivir, optimista».

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