tú y yo somos tres

La 'estelada' con patatas

FERRAN MONEGAL

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A falta todavía de un mes para acabar el año, si hubiera que elegir el mejorPolònia(TV-3) del 2012 yo escogería, sin la menor duda, el que esta semana nos ha ofrecido la troupedeToni Soler. Si en general cada edición de este programa merece nota de sobresaliente, esta última ha sido de matrícula de honor. ¡Ahh! Qué cuadro postelectoral han dibujado. Toda la ardiente actualidad política sobre lo que está pasando -que muchas veces no se dice, no se cuenta y se pretende silenciar- estaba allí condensada, pintada con esa técnica perfecta del humor y del sarcasmo. Quizá elsketchmás tremendo y corrosivo fue esa escena en la que unDuran Lleidacabreadísimo obliga aArtur Masa comerse la bandera independentista, laestelada,con patatas. ¡Ahh! SuplicabaMas, desarbolado y compungido:«¿Puedo comenzar por las patatas?», y unDuranimplacable respondía:«¡Noooo! ¡En eso tampoco tienes el derecho a decidir!». YMas, como castigo y penitencia, tenía que ir mascando, royendo, tragándose laesteladacon patatas.

Otro momento genial ha sido la teatralización del patatús que le dio aPilar Raholala noche del recuento electoral. Aquí lo tremendo se ha fundido con lo desternillante.Pilar acostada en la cama, desmayada, aquejada de amnesia tras el batacazo convergente, resulta que no se acordaba de nada. YJosep Cuní a su lado intentaba maquillarle la realidad por miedo a que empeorase, y le susurraba: «Soy yo, Pilar, soy alguien a quien tú quieres mucho», yPilar, en pleno trance amnésico, respondía ilusionada:«¡Netanyahu! ¡Netanyahu!». ¡Ahh! Cómo nos reíamos en casa. Y cómo brincabaPilarde alegría y de irrefrenable excitación creyendo que su admiradoArtur había sacado 100 diputados. Gritaba: «¡Seré ministra de Cultura!»;hasta que luego, ¡patapam!, acabaPilarexplosionando como una bomba atómica, despachurrada como en una colosalmascletà, cuando se entera de la cruda realidad.

EstePolòniaha sido la excelencia no solo por las impecables interpretaciones de su cuadro de actores y caricatos, ni tampoco solamente por los guiones, la puesta en escena, la caracterización o el vestuario. EstePolòniaha sido la excelencia por la valentía de su mirada. Esa miradaall internocentrada en nosotros mismos. Esa mirada cáustica sobre Catalunya y desde Catalunya. Es un mérito del que la plataforma TV-3 también participa de forma admirable.