La 69ª edición de la Mostra

Integrismo y capitalismo

Mira Nair fracasa en su denuncia del clima de prejuicios posterior al 11-S

La directora Mira Nair, ayer en Venecia, tras comparecer ante la prensa.

La directora Mira Nair, ayer en Venecia, tras comparecer ante la prensa.

NANDO SALVÀ

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El amiguismo es la única razón plausible para explicar la elección deThe reluctant fundamentalist para inaugurar, anoche, la 69ª edición de la Mostra de Venecia. No es una película repleta de estrellas que aseguren una alfombra roja rutilante -mucho ha llovido desde que Kate Hudson dejó de serlo- y, por decirlo de una forma amable, sus méritos artísticos no justifican tan privilegiada posición en el calendario del certamen. PeroThe reluctant fundamentalistha sido dirigida por Mira Nair, que ya estuvo aquí cuatro veces previas a esta e incluso ganó el León de Oro en 2001 gracias aLa boda del monzón.Es, por tanto, amiga de la Mostra. Pío Baroja decía que solo los estúpidos tienen muchas amistades.

La cineasta india recordó ayer que, solo un par de semanas después de recibir ese galardón, el 11 de septiembre, la ciudad donde vive sufrió un devastador ataque terrorista. «De repente, Nueva York cambió por completo», recordó. «Las personas con un aspecto como el mío nos convertimos en unos apestados, una amenaza. Fue muy doloroso. De hecho, es ese dolor lo que me inspiró a hacer esta película». Basada en la novela de Mohsin HamedEl fundamentalista reticente(Tusquets) trata de denunciar el clima de prejuicios, sospecha, rabia y rencor que ha caracterizado las relaciones entre Estados Unidos y Oriente Próximo en la última década. Para ello, retrata la transformación de un joven paquistaní, de genio de las finanzas en Wall Street a incendiario agitador antiamericano.

No hace falta ser muy perspicaz para adivinar el objetivo de Nair -demostrar que tanto el integrismo islámico como el agresivo capitalismo americano son formas de fundamentalismo, despiadado y fanático-, más que nada porque la película se dedica continuamente a recordárnoslo. Al parecer, la directora considera que todo vale -un guión más tramposo que un trilero, diálogos que verbalizan los temas de la película— si se trata de hacernos revelaciones tan sorprendentes como la persecución que muchos musulmanes inocentes sufrieron tras el 11-S. Qué miopes son a veces las buenas intenciones.