entrevista con la escritora

E. L. James: "Nunca me han hecho una propuesta sado"

Escritora británica, autora de la trilogía erótica superventas 'Cincuenta sombras'

ANNA ABELLA / Madrid

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-¿Alguna vez le han hecho alguna propuesta similar a la que le hace Christian a Anastasia? Ese contrato de sumisión sadomasoquista...

-(Risas) No, no. Pero me habría gustado que me la hicieran.

-Pero habrá conocido a alguien a quien sí se lo hayan propuesto. ¿Se llevó alguna sorpresa al investigar ese mundo?

-Sí, conocí y hablé con gente que practicaba ese juego y que le gustaba ese mundo. La verdad es que algunas de las cosas que vi me resultaron muy chocantes y no sé ni siquiera si quiero hablar de ello. Entré en algunos sitios de internet que me perturbaron muchísimo desde el punto de vista psicológico. Sé que la gente que se dedica a esas prácticas lo hace por elección propia y que siempre es una actividad consensuada pero aún así hay muchas cosas que trastornan.

-¿Conocía eso de firmar un contrato entre amo/a y sumiso/a?

-Sí, y es muy sencillo. Es más seguro tener por escrito las cosas que uno está dispuesto a hacer y las que no.

-¿Qué opinan su marido y sus hijos sobre que escriba novela erótica?

-Mi marido me ha apoyado al máximo siempre. Es escritor y leyó y editó la novela, que le parece estupenda. Pero mis hijos no lo han leído, no les dejo que lo hagan. Pero están orgullosísimos de mí y del éxito de las novelas. Aunque son adolescentes y la verdad es que no les interesan estas cosas ni lo que hace su madre.

-¿Ni aunque tenga que ver con el sexo?

-Es quemadreysexoson dos cosas que no mezclan bien (risas).

-Es fan declarada de 'Crepúsculo' y de ahí surgió su trilogía, de escribir una fan fiction o versión alternativa en internet. ¿Creía que le faltaba sexo?

-Me encanta la obra de Stephenie Meyer, me parece una historia de amor estupenda y creo queCrepúsculoes un libro erótico buenísimo, aunque no necesitas sexo explícito para que una novela sea erótica.

-¿Porque dicen que las mujeres se excitan más imaginando que con el sexo explícito?

-Sí, ¡pero me parece que yo no dejo mucho espacio a la imaginación!

-¿Las fantasías son una de las claves de su éxito?

-La serie es una combinación de todas mis fantasías. De hecho, Christian es mi propia fantasía, mi ideal de hombre. Es un personaje guapo y rico hasta el rídículo en un mundo de helicópteros, avionetas, lujos... que no suele encontrarse en la vida real. Tiene un talento extraordinario y encima es bueno en la cama. Todo esto no suele venir en el mismo paquete. Pero también es una persona dañada, que necesita en cierto sentido que lo arreglen o ayuden.

-¿Qué hace distinta esta novela erótica de otras novelas eróticas?

-Creo que lo que falta en otras es la perspectiva del amor, de un amor incondicional, un amor redentor, donde además hay pasión. Por otra parte, el sexo que aparece en la novela se representa con mucho gusto, no hay nada de vulgaridad y esto es importante para las mujeres.

-¿Tiene lectores hombres?

-Sí, recibo muchos mensajes de hombres que dicen que han disfrutado mucho con la novela aunque no es el lector mayoritario. Entre ellos un militar de EEUU de 26 años y un señor de 70 que estaba muy agradecido porque le había recordado lo que se siente cuando uno se enamora. Otro me dijo que compró los libros para su mujer pero que el resultado fue que tuvo el mejor día del padre que se podía imaginar.

-¿Qué novelas eróticas son sus referentes? ¿'Historia de O'?

-Esa es más una historia de sexo. Yo leo más a autoras americanas de novela romántica que incluyen sexo en sus historias, como Brenda Joyce.

-La mitad de sus ventas en EEUU son'e-books'. ¿Cree que es por la discreción que proporciona la lectura digital de un libro erótico?

-Puede, pero quizá es simplemente porque tienene-readery se descargan libros. A menudo primero compran la versión digital y luego la de papel.

-¿Cree que los hombres deberían leerla para aprender cosas?

-Sí, podrían aprender ciertas cosas sobre lo que excita a las mujeres.

-¿Qué le excita a usted?

-(Risas) Mis fantasías están en el libro.

-¿Lo bueno de las fantasías es que no tienen porqué ser reales?

-Sin duda. Christian es fantástico sobre el papel pero sería un verdadero infierno vivir con él.

-Es que eso de que te digan cómo vestirte, qué comer, como comportarte... ¿A usted le gustaría?

-Quizá me gustaría, pero solo durante 10 minutos. Me gusta la idea en un plano conceptual pero hay que tener en cuenta que es una fantasía y a la hora de la verdad lo que quieres es tener alguien que te eche una mano también en las tareas de la casa, no una persona que te diga siempre lo que debes hacer.

-¿Al escribir pensó en posibles críticas de feministas o en el rechazo a la sumisión de la mujer, que puede confundirse con comportamientos dominadores?

-En absoluto. Yo no puedo controlar lo que la gente piense de mi obra, es algo sobre lo que yo no tengo nada que decir. Mucha gente tiene la fantasía del control. La novela la escribí para mí pero parece que hay unos 15 millones de mujeres en Estados Unidos que sienten lo mismo que yo.

-Anastasia se inexperta y virgen pero parece transformarse en todo un animal sexual.

-Solo es que le gusta hacerlo con alguien que sabe hacerlo. Y él, desde el punto de vista emocional, también es virgen. Así, los dos son vírgenes.