'El caballero oscuro' dice adiós con un relato enorme

Hablemos de cruzados, de quijotes, porque de ellos hablan también las historias que esta semana se incorporan a la cartelera: caballeros andantes, tipos muy ambiciosos o auténticos tarados, dispuestos a poner su futuro, su libertad y su vida al servicio de empresas imposibles u obsesiones destructivas. De entrada, al menos tres de estos sujetos protagonizan El caballero oscuro: la leyenda renace, tercera y última entrega de la tremebunda saga de Batman.

El primero de ellos es, quién si no, Batman (Christian Bale). Un superhéroe maltrecho y gastado que abandona su retiro en parte por sus compulsiones psicológicas y afán autodestructivo y en parte por la noble voluntad de sacrificar la reputación, la cordura, y la seguridad para proteger a su pueblo de la aniquilación apocalíptica. El segundo de esos cruzados es Bane (Tom Hardy), el más peligroso de sus villanos, híbrido entre Osama Bin Laden y Darth Vader que aboca a la ciudadanía a la anarquía y el terror a gran escala.

CREADORES DESMESURADOS / Sin embargo, ni el uno ni el otro son los protagonistas de esta historia. El verdadero héroe/villano de El caballero oscuro es su director, Christopher Nolan, tipo misterioso y solitario que ha construido un relato tan enorme por sus ínfulas como por su atractivo comercial, uno de los más grandes espectáculos proyectados jamás en una pantalla. Y que, imponiendo sus extrañas obsesiones al mundo entero, ha cambiado para siempre el modo en que las películas de superhéroes son creadas y vistas.

Son varias las conexiones entre El caballero oscuro y Margaret, también desde hoy en los cines. En primer lugar, la desmesura de su creador, Kenneth Lonergan. Estaba previsto que Margaret se estrenara en el 2006, pero no fue así porque el director, obligado por contrato a que la película durara dos horas, se enamoró de su versión de tres y se negó a cortarla. Seis años y varias peleas judiciales después, nos llega una versión de dos horas y media en la que la actriz Anna Paquin todavía parece adolescente y Matt Damon aún está delgado.

Margaret es un drama familiar, una mirada cínica al sistema legal y, como la última de Batman, una evocación de Estados Unidos posterior al 11-S. Y, para quijotes, ninguno como Lonergan, que por defender aquello en lo que creía ha hundido su carrera como director, al menos en EEUU.

TRAFICANTE ILUSTRADO / Howard Marks, protagonista del biopic Mr. Nice, también hundió su carrera, pero más que nada porque aquello en lo que creía era delito. Parece ser que, en su mejor momento, este galés educado en Oxford controló el 10% del tráfico mundial de hachís. Marks, arrestado en Mallorca en 1988, pasó siete años en una prisión en Indiana. Hoy hace campaña por la legalización de la marihuana y vive de la celebridad adquirida durante tantos años burlando la justicia.

Hay tipos que caen simpáticos a pesar de llevar una mala vida, o más bien precisamente por llevarla. Otro de ellos es el sargento Gerry Boyle (Brendan Gleson), protagonista de El irlandés. Mientras combate el crimen, este policía de provincias se emborracha y droga y se apropia de lo ajeno y disfruta de la compañía de prostitutas -de dos en dos, si es posible-, como el Teniente corrupto (1992) pero sin crisis morales o espirituales. Es otro hombre con una causa aunque, eso sí, su causa es el vicio.