El festival de verano de Barcelona

Homenaje a Carmen Amaya en el Teatre Grec

'Ballant a la sorra', de Maria Rovira, recuerda a la mítica bailaora catalana

Los bailarines de Trànsit, en una foto promocional de 'Ballant a la sorra'.

Los bailarines de Trànsit, en una foto promocional de 'Ballant a la sorra'.

MARTA CERVERA
BARCELONA

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Maria Rovira se adelanta a la celebración del centenario del nacimiento de Carmen Amaya y al 50º aniversario de la muerte de la mítica bailaora catalana conBallant a la sorra. El espectáculo, un recorrido poético sobre la vida de la artista y una de las pocas coproducciones de danza del Grec, se estrena esta noche en el anfiteatro de Montjuïc con un gran equipo artístico. Danza contemporánea y flamenco se unen en una coreografía de Maria Rovira, directora y alma de la veterana compañía Trànsit, con una dramaturgia de Victoria Szpunberg y música jonda servida en directo por un grupo liderado por el magnífico tocaor Juan Gómez, Chicuelo. Él se ha encargado de la composición musical y arreglos.

Rovira, que el año pasado ya se acercó a la figura de Carmen Amaya conSomorrostro,integra a dos cuerpos de baile, uno de contemporáneo y otro flamenco, que dialogan sin cesar. Cristina Chacón, bailaora catalana, asume el reto de encarnar la potencia de Carmen Amaya y sus formas transgresoras aplaudidas en el mundo entero y criticadas por los defensores de la tradición. El genial bailaor Vicente Escudero dijo de ella, por ejemplo, que era «la revolución del baile flamenco». Según Escudero, sintetizaba la fusión genial de dos grandes estilos, «el de la bailaora antigua, de la cintura a la cabeza, con un braceo impresionante y la magnética brillantez de sus ojos; y el estilo trepidante del bailaor en sus variaciones de pies prodigiosos».

CUARTO VACÍO / La obra consta de cuatro partes. Se inicia con el lamento por la muerte de la artista, fallecida en Mas Pi, su casa de Begur en 1963, con la imagen de su habitación vacía y el impacto que causó su muerte.

A partir de esa imagen empiezan a desfilar momentos de su vida. Primero aparece su infancia en el Somorrostro gitano, una etapa de luz y alegría. Los primeros éxitos de la artista en Barcelona, que antes de cumplir los 14 debutó en el Teatro Español, acaban con la guerra civil.

La huida de la familia a Argentina marca el inicio de su carrera internacional. Su súbita muerte, que llegó poco después de rodarLos Tarantos, despide el espectáculo con un doble homenaje a dos grandes del flamenco, Carmen Amaya y Enrique Morente. Será conSacerdotes, la versión por tangos que el granadino hizo de una canción de Leonard Cohen.