Los últimos secretos de un escritor universal

Los hombres que enamoraron al poeta

El autor llevó su homosexualidad con mucha discreción

SUS AMORES 3Arriba, Emilio Aladrén y Lorca en 1928. Debajo, a la izquierda, Lorca y Dalí, en los tiempos de la Residencia de Estudiantes. A la derecha, un retrato de grupo de los miembros de la Barraca en el que Lorca acaricia el rostro de Rodríguez

SUS AMORES 3Arriba, Emilio Aladrén y Lorca en 1928. Debajo, a la izquierda, Lorca y Dalí, en los tiempos de la Residencia de Estudiantes. A la derecha, un retrato de grupo de los miembros de la Barraca en el que Lorca acaricia el rostro de Rodríguez

E. H.
BARCELONA

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Establecer elcatálogode los amores, amoríos, relaciones sentimentales culminadas o frustradas de García Lorca es perderse casi en una novela policiaca cargada de enigmas. Ian Gibson escribió el libro más cercano y completo hasta la fecha para comprender las dificultades del escritor, «marginado sexual», en la homófoba sociedad española de la época. EnLorca y el mundo gayiluminó no pocas de esas historias. Estas son algunas.

SALVADOR DALÍ

3Se conocieron en la Residencia de Estudiantes en 1922, Lorca tenía 24 años y Dalí, solo 19. El poeta se enamoró perdidamente del pintor y este, pese a dejarse querer a lo largo de los seis años que duró su amistad, no correspondió a Lorca, o lo hizo de forma poco ortodoxa, porque su compleja sexualidad estaba más orientada al voyeurismo.

PHILIP CUMMINGS

3En la Residencia también intimó Lorca con este norteamericano que luego regresó a su país. En 1929, en su viaje a Nueva York, aprovechó la ocasión para hacerle una visita a su antiguo amigo en Vermont, donde vivía en un entorno idílico de bosques y lagos.

EMILIO ALADRÉN

3Aladrén tenía fama de donjuan, de hecho había sido amante de la pintora Maruja Mallo, hasta que Lorca se cruzó en su camino. La relación se desarrolló entre 1927 y 1928. Este escultor de escaso talento, a quien Lorca dedicó el romanceEl emplazadode suRomancero gitano, no fue muy bien recibido en el círculo de amigos del poeta que le acusaban, no sin razón, de utilizar sus influencias para medrar. Acabó sus días esculpiendo bustos para prohombres del franquismo.

EDUARDO RODRÍGUEZ VALDIVIESOSFlb Conoció a Lorca en un baile de disfraces en 1932 y aunque el amor con este atractivo joven que trabajaba en un banco solo duró un año, la amistad se mantuvo hasta el final. Fue la distancia -él vivía en Granada y Lorca en Madrid- lo que deterioró la relación. Conservó hasta poco antes de su muerte seis cartas del poeta.

ENRIQUE AMORIM

3La gloriosa visita que Lorca hizo a Argentina y Uruguay en 1934 propició no pocosaffaires, entre ellos el de Amorim, escritor y millonario uruguayo. De aquella historia apenas queda el rastro de una carta.

EDUARDO BLANCO-AMOR

3La homosexualidad de este periodista gallego era «ostentosa y nada cauta», según Gibson. Residía en Buenos Aires y visitó a Lorca en varias ocasiones.

RAFAEL RODRÍGUEZ RAPÚN

3Lorca le llamaba Tres Erres, estudiaba ingeniería y era futbolista. En 1933 entró como gerente en La Barraca y empezaron a intimar. Según sus amigos no era gay pero quedó seducido por el poeta. Aunque Reina decide que la relación se acabó antes del viaje argentino de 1934, hay una carta posterior y fotos que les muestran juntos dos años después. Tras la muerte de Lorca se alistó en las fuerzas republicanas y murió en Santander el 18 de agosto de 1937.