Viñetas satíricas contra la crisis

Tan real y espeluznante como la crisis: 600.000 euros de los fondos de cohesión europeos destinados a crear un Centro de Interpretación de las caras de Bélmez. Es solo uno de los atinados ejemplos a los que recurre Aleix Saló (Ripollet, 1983) en las lúcidas viñetas y didácticas explicaciones de la galopante crisis que entrelaza en el satíricoSimiocracia(en castellano y catalán, en Debolsillo). «Es una muestra de la faceta más berlanguiana y surrealista de nuestro país. El proyecto está licitado y hay una partida de los fondos europeos para financiarlo. No sé si se llevará a término pero la sola idea del proyecto ya es demencial», explica este dibujante que hace un año sorprendía conEspañistán(Glénat), cómic en el que ya atacaba la burbuja inmobiliaria.

«Qué mejor manera de digerir los datos económicos, tan fríos, que con el humor. Nos ayuda porque si no parece que vivimos en un constante apocalipsis», afirma este joven viñetista que confiesa queSimiocraciasurgió «porque tenía ganas de dibujar monos» pero que en seguida vio que le servía para «mostrar la visión de alguien que no es experto en economía» y ejercer un poco de «opinólogo, haciendo una lectura más cercana de la realidad para explicarla como si fuera a un amigo».

Más que ofrecer respuestas, el cómic «plantea preguntas y ofrece alguna conclusión». Una de ellas es que «estamos gobernados por ineptos»: «Te preguntas si esta crisis está orquestada por una gente muy inteligente y cruel o es que vivimos en un caos porque los que nos dirigen no saben muy bien cómo solucionarlo. No me gusta hablar de culpables pero es evidente que hay unas élites que se han aprovechado de forma muy oportunista antes de que el modelo entrara en decadencia».

VÍDEO DE ANIMACIÓN / Convencido de que para acceder también al lector de no cómic y «en un momento en que el modelo de distribución de cultura se está desmontando y en el futuro el papel e internet no entran en conflicto sino que colaboran y se retroalimentan», Saló probó fórmulas nuevas y realizó un vídeo de animación deEspañistánque lo catapultó al éxito -5 millones de visitas en Youtube-.Simiocraciano podía pues nacer sin su corto. Desde el lunes, animado por miles de tuiteos, lo han visto ya más de 320.000 personas.

El libro ofrece mucho más. Ahí desfilan banqueros, políticos, constructores, chupatintas, expertos en chapuzas financieras y corruptelas varias y periodistas amarillistas. Y se desbrozan, en lenguaje de la calle, llamando al pan, pan, y al vino, vino, análisis económicos, históricos y psicológicos sobre los factores que han finiquitado «la Década Freixenet», llena de burbujas (inmobiliarias, financieras...), hasta Lehman Brothers, la ley del suelo de Aznar de 1998 y las conexiones delcrackdel 29 con la segunda guerra mundial. «Los expertos -alerta en boca de Georges Soros- dicen que esta crisis es más dura que la de la Gran depresión».

Hijo de los 80, Saló ha tenido que compartir piso, ha necesitado la ayuda de los padres y sabe qué es sobrevivir sin que te paguen lo que te deben. «Los que rondamos los 30 ya hace una década que vivimos en precariedad, con la infravaloración de la formación académica, la incertidumbre, vemos cómo la estabilidad ha desaparecido a nivel profesional. Nos crearon un espejismo, una promesa colectiva de futuro, de ascenso laboral irrenunciable y, como todos, apostamos por ello. Pero estas vías que debían funcionar se han desmoronado y debemos buscar fórmulas nuevas. Yo digo que es la hora de los valientes, de quien se tira a la piscina y no tiene miedo a equivocarse. Vivir no sé, pero así al menos se puede sobrevivir», afirma rotundo.

EnSimiocraciamuestra una sociedad que se ha habituado a contemplar «desde-el-sofá-de-casa» un problema que nos sobrepasa e intenta separar el grano de la paja. «No juzgo a nadie porque yo, como la mayoría no hago nada. Hay tanta información, tantas noticias, tantos titulares rápidos y aislados y descontextualizados que nos impiden tener una visión general, una foto panorámica de lo que ocurre y por qué».

Alejado de presunciones y cargado de humildad, se declara un «adicto a la actualidad». «No sé si me documento para hacer libros o si hago libros para poder acceder a nueva información y conocer lo que me rodea gracias a la tarea de los periodistas, algo que reivindico a pesar de la actual crisis de modelo porque siempre serán esenciales».

SOCIEDAD ENDEUDADA / ¿Por qué la gente se endeudó tanto?, se pregunta. «No sabría decirlo. Cuando es tan fácil acceder a créditos optas por el endeudamiento en lugar de por el ahorro. La sociedad de consumo nos ha acostumbrado a que así es muy fácil conseguir lo que quieres y se crea un endeudamiento privado excesivo. Para desinflar esta montaña tardaremos muchos años e indirectamente lo pagarán nuestros hijos y nietos». Como bromea en el libro, «van a mear en nuestras tumbas».