ENTREVISTA PUBLICADA EN EL PERIÓDICO EL 8 DE NOVIEMBRE DEL 2009

Moebius: "Mi mente es un caos"

Con 70 años, el autor dibuja a sí mismo en pugna con sus personajes en la primera entrega de 'Inside Moebius' (Norma)

GEMMA TRAMULLAS / Barcelona

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--Este libro se le ocurrió a usted o a su psicólogo?

--Ja, ja, ja. A mí, a mí. Un día decidí que ya era hora de dejar de fumar marihuana. No es que fuera un adicto, porque no me costó dejarla, pero la consumía para trabajar y ya tengo una edad. Sin los efectos de la hierba, empecé a dibujar un diario íntimo de forma automática, sin pensar, sin hacer bocetos revios. Cuando llevaba un par de páginas me dibujé a mí mismo y luego aparecieron mis personajes: el Teniente Blueberry, el Metabarón, el extraterrestre Arzak...

--Cuando era joven se creía un profeta, incluso pasó tiempo en una secta; luego vendió millones de cómics y le llamaban el Papa de la historieta, y en este libro el personaje de Moebius es nada menos que Dios. Ya no se puede subir más alto.

--No, después de Dios no hay nada. Ja, ja, ja. Mi personaje en Inside Moebius incluso puede volar. El roblema es que, cuanto más arriba sube, más dura es la caída.

--Y usted se siente muy arriba?

--Solo cuando hablo con un periodista. No quiero ni contarle cómo me siento cuando me levanto por la mañana.

--Se dibuja a sí mismo con 70 años y también cuando era joven.

--Y cuando tenía 8 años! ¿Ve esta viñeta en la que unos niños juegan con canicas en la calle? ¡Ese soy yo! Verme a mí mismo desde fuera ha sido una experiencia muy profunda y emocionalmente perturbadora.

--La acción transcurre, como en muchos otros álbumes suyos, en el desierto. ¿Aún le influye aquella iniciación juvenil a las drogas en el desierto de México?

--Allí experimenté por primera vez con el inconsciente y eso sigue alimentando mi obra, sí. Pero más allá de eso, el desierto se ha convertido en el hilo conductor de mi trabajo. Mi mente es un caos y el desierto es lo único que pone orden en ese caos.

--Uno de los personajes del libro dice: «El atentado de las torres gemelas supera cualquier historia de ciencia ficción».

--Y es verdad. En el sentido de que estamos hablando de miles de muertos, de seres humanos de verdad. Del 11-S no se puede hacer una abstracción, por eso hice aparecer a Bin Laden en el desierto, donde sostiene un debate con el Metabarón y Arzak.

--Este es uno de los fragmentos más divertidos del cómic.

--El humor nos sirve para distanciarnos de una realidad que, de otra forma, sería insoportable.

--La idea de castigar a Bin Laden a tener cuerpo de mujer de por vida es genial. Para él, es el peor castigo.

--Por eso va siempre tapado de pies a cabeza, como si llevara un burka. Pero ponerse en el lugar del otro puede ser su única salvación, y la nuestra.

--De niño empezó a dibujar compulsivamente para combatir la soledad. ¿Ya no puede dejar de hacerlo?

--Solo lo dejaré cuando me muera.

--Volverá con otra historieta de Blueberry? En el libro, el teniente hasta le apunta con un revólver para

que le escriba un guión.

--Él es quizá mi preferido. Quizá vuelva con él. Ganas no me faltan.