CRÓNICA

La magia de un cisne negro

Sarah Lane triunfa junto a Ángel Corella con la obra de Chaikovski

Corella y Lane, en un momento de su actuación en el Liceu.

Corella y Lane, en un momento de su actuación en el Liceu.

CÉSAR LÓPEZ ROSELL
BARCELONA

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Una pareja estelar, Ángel Corella y Sarah Lane, para la universal partitura de ballet de Chaikosvski.El lago de los cisnesvolvió al Liceu con la coreografía del Marius Petipa, revisada y acortada por el director del ahora denominado Ballet de Barcelona. El público disfrutó de la propuesta y aplaudió a los principales protagonistas y a la orquesta dirigida con brío por el ucraniano Alexei Baklan.

Era un éxito previsible, aunque el montaje no alcanzara el equilibrio conjunto que se espera de las buenas cualidades que siguen mostrando el cuerpo de baile y los solistas de la joven agrupación. Ello al margen de que se echara en falta un mejor trabajo dramatúrgico en alguno de los pasajes y, desde luego, una puesta en escena mejor que la anticuada de Benjamin Tyrell.

Pero la función justificó este nuevo asalto de la compañía al Liceu. Y no deja de ser positivo que esto suceda en el momento en el que el bailarín y coreógrafo acabe de instalar su sede en Barcelona, algo que se apunta como una certera posibilidad de que el ballet clásico tenga una plataforma de lanzamiento en Catalunya que hasta ahora no tenía.

CAUTIVADORA EXPRESIVIDAD / La producción gustó, además de por la cautivadora expresividad de la música, por el virtuosismo ofrecido con las diferentes variaciones, empezando por los movimientos en grupos de los 24 cisnes, tanto los más rítmicos como los más pausados y poéticos. Individualmente sobresalió Sarah Lane, la bailarina del American Ballet que ha saltado a la fama doblando a Natalie Portman enCisne negro. En su desdoblamiento como Odile/Odette exhibió técnica, sensibilidad y ligereza. Susfouettéslevantaron ovaciones, así como su ensamblaje con Corella, especialmente en el paso a dos de la segunda parte. El bailarín (Sigfrido) mostró de nuevo sus espectaculares giros y saltos y estuvieron también a gran altura Aaron Robinson (el malvado Rothbart) y Kirill Radev como Beno. Momoko Hirata acompañará hoy a Corella en la última función.