ADIÓS A UNo de los animales más SIMPÁTICOS de HOLLYWOOD

Muere Chita, una leyenda del cine

3El chimpancé al que se atribuye el personaje tenía 80 años

Chita, entre Maureen O'Sullivan (Jane) y Johnny Weissmuller (Tarzán).

Chita, entre Maureen O'Sullivan (Jane) y Johnny Weissmuller (Tarzán).

QUIM CASAS

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En el wéstern crepuscular de John Ford El hombre que mató a Liberty Valance, un periodista afirma que cuando la leyenda es más bella que la realidad, se imprime siempre la leyenda. Lo mismo podríamos decir de la historia de Chita (Cheeta en inglés), la mona, en realidad un chimpancé macho, que acompañó a Johnny Weissmuller en sus correrías como Tarzán de los monos.

La leyenda dirá que debutó en el cine en 1932, en el primer Tarzán de Weissmuller, y que falleció el pasado 24 de diciembre a causa de una insuficiencia renal a los 80 años de edad. Desde hace una década se había convertido en estrella de Palm Harbor (Florida) después de que sus cuidadores aseguraran que era la Chita original.

La historia pretende contradecir esta curiosa página cinematográfica. Un periodista del Washington Post llegó a la conclusión, en 2008, de que Chita no superaba los 50 años, así que no había trabajado en los filmes de Weissmuller de los 30 (ni en ninguna otra cinta), y que además en aquellos rodajes se empleaba más de un primate, algo bastante habitual en la filmación con chimpancés, perros, gatos o caballos. Según las pesquisas del periodista en cuestión, R. D. Rosen, la primera Chita cinematográfica se llamaba Jiggs y murió de neumonía al poco tiempo, siendo sustituida filme tras filme por otros 14 chimpancés.

Pero la leyenda es mucho más bella,  o divertida. Según ella, el pequeño chimpancé llegó a Nueva York en 1932 cuando tenía pocos meses de edad, procedente de Liberia. Los cazatalentos hollywoodienses de animales no dudaron en contratar al primate para la primera película de la serie interpretada por Weissmuller, Tarzán de los monos (1932). Chita era un personaje inventado por los guionistas -en las novelas de Edgar Rice Burroughs no aparece-, y llegó a hacer sombra a Jane, la compañera del hombre mono, y al hijo adoptivo de la pareja, Boy. Muchos años antes de que se pusieran de moda las películas con policías y perros, Chita, como después los canes Lassie y Rintintín o la mula Francis, ya se erigió en rutilante estrella cinematográfica.

Chita, al igual que Tarzán, no aparecía hasta la media hora de Tarzán de los monos, filme rodado con vocación documental por W.S. Van Dyke, y lo hacía en una escena en la que tocaba el pelo y la ropa de una Jane tan aterrorizada con el chimpancé como con el tosco Tarzán. La escena podría titularse igual que aquel wéstern con Shirley MacLaine y Clint Eastwood, Dos mulas y una mujer.

LOS ROSTROS DEL HOMBRE MONO / Poco a poco, el papel de Chita ganó en importancia y ya quedó encuadrada entre los personajes principales de Tarzán y su compañera (1934), La fuga de Tarzán (1936), Tarzán y su hijo (1939), El tesoro de Tarzán (1941) y Tarzán en Nueva York (1943), primera incursión urbana del hombre mono: Chita resulta menos anacrónica en la jungla de los rascacielos que el primario Tarzán.

La serie cinematográfica continuó con otros rostros después del adiós de Weissmuller al personaje en 1948  (Lex Barker, Gordon Scott, Jock Mahoney y Mike Henry fueron algunos de ellos), pero ya sería exagerado decir que Chita siempre estuvo al lado de estos otros tarzanes. En todo caso, figura en el libro Guinness de los récords como uno de los primates más longevos del mundo, ha sido el centro de una fundación para simios amenazados y obtuvo un premio especial en el festival de cine de comedia de Peñiscola en 2006, lo que es más un chiste que leyenda.

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