Cerdos y microbios

PARANOIA HIGIÉNICA

 Contagio causa estragos y convence al público de no abrir la puerta con la mano, sino con golpes de trasero. En la que parece la película de catástrofes más intelectual de la historia, Steven Soderbergh describe, sin efectismos, una pandemia plausible, no tanto para divertir desde la tensión como para aleccionarnos sobre lo que podría caer. De hecho, algo similar ya cayó: su virus tiene una inspiración real, el Nipah, traspasado en los 90 de murciélagos a cerdos y de estos a los humanos. Entonces murieron cien.

VIOLENCIA HORMONAL

 Si el ensayo vegetariano Comer animales de Jonathan Safran Foer fuera un thriller belga, se parecería un poco, quizás, a Bullhead (Rundskop), tragedia noir con fondo de especulación agroalimentaria. Dirigida con notable pulso por el debutante Michäel R. Roskam, la película contagia la desazón total de su héroe, e incluye al menos una secuencia difícilmente olvidable, sobre todo para el público masculino.

RAMBO IMPOSIBLE

 Si existe un héroe de acción más improbable en la historia del cine que el terrorista encarnado por Vincent Gallo en Essential killing, ahora mismo soy incapaz de recordarlo. Solo por eso, un aplauso para su autor, el inmenso Jerzy Skolimowski. La película tuvo ayer su primer y único pase en Sitges. Merece una distribución en toda regla.

NUDILLOS ROTOS

 La violencia irrespirable, casi asfixiante, de Bullhead volvía a aparecer ayer en Knuckle, documental de Noves Visions. El irlandés Ian Palmer trabajó durante doce años de forma intermitente en este crudo documental sobre la rivalidad entre varios clanes de Irish Travellers, que a menudo desembocaba en luchas literales, a nudillo descubierto. Aunque su narrativa es algo farragosa, al menos sus escenas de lucha son de claro impacto. Día muy animal en Sitges 2011.