Sofia Coppola desnuda Hollywood

Las películas que hoy se incorporan a la cartelera se explican, por un lado, por las experiencias vitales de sus autores y, por otro, por la relación de éstos -o la falta de de ella- con el estado actual del mundo.

En sus películas, la directora Sofia Coppola a menudo ha hablado de los peajes que conlleva una vida de privilegio y aislamiento. En ese sentido, su nuevo trabajo, Somewhere, posee insoslayables similitudes con el que más éxito le proporcionó, Lost in translation (2003). En ambas películas -y también en María Antonieta (2006)-, Coppola ha hablado de cómo la fama configura la fachada de una persona al tiempo que provoca un vacío en su interior. El protagonista de Somewhere, estrella de cine, conduce un Ferrari en círculos durante un buen rato, y justo después lo vemos bebiendo, tomando pastillas, teniendo sexo indiscriminado y hasta quedándose dormido mientras unas strippers bailotean para él en su habitación. Pero un día su hija de 11 años llega para quedarse, y eso le hará afrontar la vacuidad de su existencia. No es para menos.

Y, hablando de existencias vacías, ¿quién de nosotros no ha sentido en su adolescencia que la vida era un desastre? Padres incomprensivos, profesores mediocres, el incomprensible sexo opuesto... Añádanse hormonas locuelas al cóctel y la pregunta que todo quinceañero se hace es, ¿para qué levantarse de la cama cada mañana? Así se sintió en su día el director Gavin Wiesen, y así lo ha reflejado en El arte de pasar de todo. El protagonista de su película, su alter ego, comete dos errores: el primero es pensar que se va sentir así de mal toda su vida; el segundo es creerse la primera persona de la historia del mundo que se siente así.

EL LEGADO DE BAUSCH / Sigamos con historias personales: cuando Wim Wenders conoció el trabajo de la coreógrafa Pina Bausch hace un cuarto de siglo, se echó a llorar de emoción. Desde entonces, decidió que quería dedicarle una película a su arte. En Pina, el cineasta alemán celebra por fin el legado de su compatriota, fallecida en 2009. Fragmentos de sus coreografías y danzas inspiradas en su trabajo cobran vida en pantalla a través de imágenes 3D, que ponen en contacto los cuerpos en movimiento del escenario con la mirada del público. Wenders evita las lecciones de historia. Es decir, explora la influencia de Bausch a través de la acción, no de los datos biográficos. Si usted es devoto de la danza, no se la pierda. Si no¿

LA CRISIS Y EL TERRORISMO / Como decíamos, los estrenos de la semana también afrontan problemas tan urgentes como la crisis económica o el terrorismo internacional. Lo hacen, eso sí, a su manera. Por ejemplo, Larry Crowne es el relato empalagoso de un hombre corriente que pierde su trabajo e inmediatamente se recupera de esa inesperada catástrofe asistiendo a la universidad, donde hace amigos fácilmente, se convierte en el tipo más cool, resulta ser un magnífico estudiante, recobra el control de sus finanzas y, sobre todo, se acaba ligando a Julia Roberts. Es decir, que Tom Hanks, director y protagonista de la película, parece opinar que la mejor forma de triunfar en la vida es que te despidan.

Y acabemos este repaso con otra falacia: que el malo de la película suele ser un genio, una mente prodigiosa. En realidad, los criminales no son más listos que nosotros, quizá son mucho más tontos. Recordemos a ese nigeriano que se quemó las ingles mientras trataba de hacer explotar un avión en navidades de 2009, o de Iyman Faris, que creyó que podría destruir el Puente de Brooklyn con una lámpara soldadora. Esa incompetencia es el punto de partida del director Christopher Morris en la comedia Four Lions, en la que un grupo de musulmanes británicos radicales planean sabotear el maratón de Londres vestidos de payaso. El disfraz es apropiado, puesto que los tipos realmente son unos bufones. Pero incluso los payasos pueden hacer mucho daño, especialmente si llevan dinamita pegada en el estómago.