despedida DE una leyenda culinaria en cala montjoi

Adrià cierra El Bulli y saluda a la fundación

El chef convierte el adiós al restaurante en una fiesta de reencarnación

A la izquierda, Ferran Adrià, durante el acto matutino ante la prensa para despedir a El Bulli. A la derecha, el pastel en forma de bulldog elaborado por Christian Escribà.

A la izquierda, Ferran Adrià, durante el acto matutino ante la prensa para despedir a El Bulli. A la derecha, el pastel en forma de bulldog elaborado por Christian Escribà.

FERRAN COSCULLUELA ROSES

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Ferran Adriàes un místico que cree en la reencarnación. Durante la rueda de prensa con la que ayer cerró su prestigioso restaurante, el excepcional chef y sus mejores acólitos (entre ellos cinco de los seis mejores cocineros del mundo) se refirieron una y otra vez (como si de un mantra culinario se tratase) al «espíritu» de El Bulli, que, al parecer, nunca morirá. Pero es que, además, este genio de los fogones supo convertir lo que parecía una despedida (o un entierro) en una fiesta de bienvenida dedicada al nuevo ser en el que se encarnará el alma del famoso establecimiento de cala Montjoi: El Bulli Foundation. Todo un ejercicio de alquimia que no será una realidad hasta el 2014, cuando acaben las obras que han de comenzar este año.

La despedida de El Bulli (o la bienvenida a la fundación, tanto da) se celebró en dos actos. El público y el privado. El primero se saldó con una comparecencia ante los medios de comunicación en la que estuvieron presentes todos los jefes de cocina en la historia del restaurante y seis grandes cocineros de talla internacional que han pasado por el establecimiento. El segundo consistió en una celebración privada (la última cena) en la que participaron familiares y amigos deAdrià. Una fiesta del paladar en la que hubo sorpresas, regalos e incluso 12 campanadas para celebrar la llegada deEl Bulli nuevo. Todo ello presidido por un pastel gigante, en forma de bulldog francés, elaborado porChristian Escribà, uno de los mejores amigos del chef de L'Hospitalet de Llobregat.

Sentados tras los micros, arropando aAdrià, impresionaba ver juntos aRené Redzepi, cuyo restaurante, el Noma (Copenhague), está considerado el número uno del mundo por la revista británicaRestaurant; Joan Roca, de El Celler de Can Roca de Girona (segundo);Andoni Luis Aduriz, del Mugaritz de Renteria (tercero);Massimo Bottura, de la Osteria Franciscana de Módena (cuarto);Grant Achatz, del Alinea de Chicago (sexto), yJosé Andrés, considerado una eminencia en EEUU y propietario de restaurantes en Las Vegas, Los Ángeles y Washington.

EL LEGADO / Todos ellos con el mismo credo transformador después de haber pasado por el restaurante de Adrià en alguna etapa de su vida y haber sido conquistados por el famoso espíritu de El Bulli: «Libertad intelectual; creatividad; pasión; esfuerzo; compromiso; inconformismo; trabajo en equipo, generosidad». Eso dicen que aprendieron. Eso y mucho más esFerran Adrià.