IDEAS

Lo primero es poner el listón

NANDO Cruz

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LOS CONCIERTOS A BATIR

Para no flaquear con achaques nostálgicos ni euforias efímeras, los conciertos que marcarán este año el listón que separe lo que haya valido la pena y lo que no serán los que ofrecieron Capillary Action y Dead Western el martes en La [2]. Estadounidenses del sello que edita en Alemania a nuestros Za!, ambos rompen radicalmente con el holgazánrevivalismo. Los primeros sonaban como si They Might Be Giants trocease en un wok la música de Nueva Orleans: trepidantes, orgánicos, amenos. El otro es un cantautor de voz gravísima y emocionante. Imaginen a Lee Marvin a cámara lenta. Rezo por otra noche tan reveladora.

LATINAS POR LA BANDERA

Celebremos que el festival equilibre su obsesión por los hypes ingleses y yanquis interesándose por lo que ocurre en el mercado latinoamericano. Este año repite la chilena Javiera Mena y los argentinos Él Mató a Un Policía Motorizado, pero la clonación del pop de garaje de Las Robertas (las estadounidenses Vivian Girls ya lo hacen estupendamente) es tan exagerada que lo más autóctono de su pase fue la bandera de Costa Rica que decoraba la batería. Sin ella nadie hubiese sabido de dónde venían. Y eso no es un elogio.

PREMIO AL MÉRITO GALLEGO

En el último Primavera Club, el cuarteto Triángulo de Amor Bizarro se comió con patatas (y una ecualización asesina) a todos los grupetes estadounidenses (de Beach Fossils a Frankie Rose & the Outs, pasando por Wavves y Jail) que vinieron a España a demostrar lo guays que son y lo poco que les va la vida en ello. La presencia de estos gallegos, abriendo ayer en el escenario principal del Primavera Sound, era más que merecida. Ni una sola canción inocua. Cada cual con su monodosis de limón y cicuta. Pueden y deben marcar época.

UN RADIANTE ATARDECER

El nuevo y gigantesco escenario Llevant se estrenó del mejor modo posible con Sonny & the Sunsets. En vez de venir a lucir palmito, los californianos sacaron la caja de herramientas y enseñaron a plena luz del sol cómo se arman las canciones mas esquematicas y radiantes que uno pueda desear. Cuánta modestia. Cuánta clase. Cuántoshits.