EL DIA DEL LIBRO

El Sant Jordi más incierto espera un claro en la tormenta

Compradores anticipados en la librería Abacus de L'Hospitalet.

Compradores anticipados en la librería Abacus de L'Hospitalet.

ERNEST ALÓS
BARCELONA

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Puede ser una tormenta perfecta: en el 2011 las ventas de libros han bajado, el día de Sant Jordi que libreros y editores necesitan más que nunca para cuadrar las cuentas cae en Sábado Santo, con los lectores de vacaciones, y el tiempo amenaza lluvia. O puede abrirse un claro en medio de los nubarrones: la tradición puede pesar más que la crisis, la previsión meteorológica de última hora apuntaba a que las lluvias pueden ser apenas algún chubasco entre calma y calma y la floja operación salida de ayer quizá indique que se ha quedado gente en casa, dispuesta a bajar a la calle y no faltar a la fiesta cívica más espontánea del año. Incluso los movimientos de los turistas quizá pueden llevar a compradores locales o del resto de España a descubrir librerías en lugares insospechados. Másquizásque nunca, en el Sant Jordi más incierto.

Por no saberse, no se sabe ni dónde están los lectores. Quizá algunos, incluso, regresaron ayer a sus ciudades cansados de pasar varios días en un apartamento viendo nubes. «Habrá flujos de público muy diversos. Los libreros del centro de Barcelona tienen la impresión de que hay mucha gente del resto de España, una librera de Palamós me dijo que estaba encantada... ya veremos», explica la directora editorial del Grup 62, Ester Pujol. «Creo que pinchará más el área metropolitana que el centro de Barcelona, donde siempre hay movimiento. Puede que haya gente de Barcelona en otras partes, pero también que gente de otras comarcas aproveche que este año no es laborable para pasar un Sant Jordi en Barcelona», vaticinaba el presidente de l'Associació d'Editors en Llengua Catalana, Jordi Ferré.

UNA FLOJA PREVIA / En el año en que se especulaba con un Sant Jordi adelantado, las cosas no han ido exactamente así. «Estamos vendiendo, no es un desastre, pero los días previos han ido por debajo del año pasado», evaluaba ayer el presidente del Gremi de Llibreters, Antoni Daura. «A ver qué hace el tiempo», añadía. Como todos, vendedores, editores y lectores.

LA PREVISIÓN DEL TIEMPO / El Meteocat se sumó también ayer al suspense. Por la mañana preveía chubascos leves, moderados o fuertes, incluso con granizo, en cualquier lugar de Catalunya, sobre todo en el sur. En su actualización de la tarde mejoraba la previsión para la costa y centraba el peligro de lluvia en las zonas montañosas y, por la tarde, las comarcas cercanas. Quizá.

¿Y si al final pueden más los claros que las nubes, en todos los sentidos? ¿Y la fiesta lo aguanta todo? «Sant Jordi es impresionantemente poco modificable, marca el inicio de a primavera, es una fiesta que une cultura y amor, con una parte identitaria, multitudinaria, que se celebra en todo el país aunque lo miremos a menudo con ojos centralistas...», opina Ester Pujol.

LOS FAVORITOS PARA TRIUNFAR / La incertidumbre es menor, pero también existe, a la hora de hacer vaticinios sobre cuáles serán los libros más vendidos. Este año no hay un Larsson o un Zafón que vaya a comérselo todo, y las elecciones de los lectores se espera que sean más variadas. Pero ya hay autores y tendencias que destacan desde hace días. Un síntoma del momento económico es que entre los candidatos a vender más figuran¡Indignaos!,el volumen de Stéphane Hessel que llama a no resignarse (y que con el descuento de hoy costará 4,50 euros) y varios títulos en bolsillo como elPa negrede Emili Teixidor, revitalizado por el éxito de la adaptación cinematográfica, o los dos primeros libros de Albert Espinosa, arrastrados por la fuerza deSi tu me dices ven, lo dejo todo... pero dime ven, candidato al podio en catalán y castellano.

El manifiesto de Hessel y los sentimientos de Espinosa tendrán varios acompañantes claros en lo más alto: Eduard Punset, un año más; Javier Marías conLos enamoramientos;la reconstrucción cavernícola de Jean M. Auel; las novelas históricas de Chufo Lloréns, Jordi Molist y Martí Gironell;La caçadora de cossosde Najat el Hachmi yL'home de la maletade Ramon Solsona (¿repetirá un buen Sant Jordi el libro en catalán?); las aventuras esotéricas de Javier Sierra y el novelón de Haruki Murakami, en un Sant Jordi que tendrá momentos para el recuerdo de la tragedia de Japón. ¿Habrá títulos impulsados el boca a boca que den la sorpresa literaria de última hora, como Jordi Puntí el año pasado? Eduard Márquez tiene números...

Otra incógnita. «Las editoriales han sido más prudentes que nunca con los tirajes, y puede haber libros que se agoten», advierte Daura. Eso sí, los lectores no se sabe si aparecerán, pero los primeros espadas del libro español y catalán se han quedado disciplinadamente sin vacaciones y mañana estarán firmando, llueva o haga sol.