Reconocimiento a un autor de éxito

Catalunya premia a Murakami por ser «puente literario con Occidente»

El novelista japonés Haruki Murakami, en su pasada visita a Barcelona, en la primavera del 2009.

El novelista japonés Haruki Murakami, en su pasada visita a Barcelona, en la primavera del 2009.

ELENA HEVIA
BARCELONA

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Mera casualidad que en estos días de sufrimiento e incerteza para Japón, el Premio Internacional Catalunya haya recaído en Haruki Murakami, el más internacional de los escritores nipones, y un habitual en las quinielas del galardón. Francesc Homs, portavoz del Govern, señaló que el premio «está por encima de los acontecimientos y estaba decidido mucho antes del terremoto». Pero es difícil no establecer un vínculo entre el encadenamiento de catástrofes y la distinción.

Murakami, desde su domicilio, así lo hace: en su nota de agradecimiento resuena la amargura del momento, sin que se deje de apreciar la contención japonesa. «Lamento decir que no me puedo sentir completamente feliz con esta distinción, porque mis compatriotas están viviendo ahora los tiempos más difíciles, sufriendo por el feroz terremoto y sus efectos. En estos momentos no tengo una idea exacta de lo que está por suceder ni de qué tipo de contribución será posible hacer por mi país. Espero que este premio, y el reconocimiento de mi obra por parte del pueblo catalán, pueda suponer una inyección de valor para mi pueblo. Supongo que necesitamos cualquier tipo de estímulo en estos tiempos tan difíciles».

ASISTENCIA CONFIRMADA / El premio, dotado con 80.000 euros y una escultura de Antoni Tàpies, reconoce, entre otras cosas, la capacidad de Murakami de «constituir un puente literario entre Oriente y Occidente, capaz de conjugar la ligereza taoísta y las tendencias foráneas». De momento, y a la espera de que los temores del escritor por el futuro de su país se vayan diluyendo, Murakami ha confirmado su asistencia a la entrega del premio el próximo 9 de junio de manos del president Artur Mas. De cumplirse, esa será la segunda vez que el japonés visite Barcelona, después de que viajara a la ciudad hace dos años, cuando se dio un buen baño de multitudes con sus numerosísimos lectores.

Dos de los miembros del jurado, el presidente delegado, el filósofo Xavier Rubert de Ventós y el crítico Josep Maria Castellet, glosaron la figura del autor de Tokio Blues y Kafka en la orilla, obras situadas a caballo entre el best-seller y el éxito de prestigio. Paradójicamente, Rubert de Ventós destacó el fuerte individualismo que desprenden las ficciones del autor, opuestas al colectivismo del que tradicionalmente ha hecho gala Japón y que ha demostrado más que nunca su eficacia en estos días. «Los japoneses han demostrado que solo a partir de un gran civismo pueden sobrevivir a tanta catástrofe».

La última obra del autor publicada por Tusquets y Empúries es la monumental 1Q84, cuyas dos primeras partes aparecieron en febrero y la tercera lo hará en otoño. Cuando el novelista tenga ya el premio en su poder.