DRAMA

Broggi repone una obra sobre un texto de madurez de Tolstói

'La mort d'Ivan Ilitx' plantea una reflexión sobre la muerte y la enfermedad

Òscar Muñoz, Pilar Pla y Jacob Torres, en un momento de la obra.

Òscar Muñoz, Pilar Pla y Jacob Torres, en un momento de la obra.

JOSÉ CARLOS SORRIBES
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La lectura de La muerte de Iván Ilich dejó tan fascinado a Oriol Broggi que le llevó a montar una obra sobre esta breve novela de madurez de León Tolstói, publicada en 1886. Fue en la Sala Beckett y en el año 2005 con tres actores y una pianista, también en labores interpretativas. «Es el espectáculo que más me gusta de todos los que he hecho», dijo ayer el director barcelonés, cabeza visible de la productora La Perla 29. Argumento más que suficiente para que Broggi haya convocado a los mismos intérpretes (Òscar Muñoz, Jacob Torres, Pilar Pla y la pianista Elvira Prado) para reponer esta crónica de la muerte de un juez ambicioso y mediocre.

El cambio de espacio (de la Beckett a la Biblioteca de Catalunya) y los años pasados llevaron a Broggi al propósito de intentar hacer algunas variaciones respecto al montaje original. «Pero al final hemos hecho lo mismo», puntualizó. Lo mismo es abordar una reflexión sobre cómo enfrentarse a la muerte y la enfermedad, temas que la novela de Tolstói trata con gran lucidez y brillantez.

PEQUEÑO BURGUÉS / La historia se inicia con la muerte de este pequeño burgués ilustrado, casi un aristócrata, que no se entiende con su mujer. A partir de su fallecimiento por un cáncer, se irá descubriendo su mundo después de que sus amigos hallen un diario del personaje.

«Es una obra dura, que hace sufrir y emociona al hablar de un tema como el de la muerte», afirmó el director. El actor Jacob Torres subrayó su valor por ese aspecto. «No nos sabemos relacionar con la muerte en la cultura occidental». Los intérpretes hacen el papel de narradores de un texto que pueden leer, recitar, interpretar y cantar con fondo de Beethoven o Schubert, por ejemplo.

CAMBIO DE ACTITUD / Si la versión no ha cambiado respecto al 2005 sí lo ha hecho la actitud de los intérpretes ante la reposición. «Ahora tengo otro punto de vista. Recuerdo que entonces los ensayos fueron muy duros; hasta llegué a llorar. Lo veo todo de forma más serena», explicó Pilar Pla. «Cuando la estrenamos teníamos poco más de 30 años y ahora ya vamos camino de los 40», corroboró Torres. «Ahora hay más calma y lucidez para hablar del tema», añadió Òscar Muñoz. Y lo hacen con la «alta literatura pero muy cercana» de Tolstói según la adaptación del propio Broggi y de Jeroni Rubió.