FOTOGRAFÍA

BCN recupera la obra de Josep Badosa, maestro de Centelles

Coches de carreras en el paseo de Sant Joan (arriba) y foto de familia del presidente de la Generalitat Francesc Macià.

Coches de carreras en el paseo de Sant Joan (arriba) y foto de familia del presidente de la Generalitat Francesc Macià.

ERNEST ALÓS
BARCELONA

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Algunos de los pioneros del fotoperiodismo moderno que truncó la guerra civil española han tenido mala suerte y su obra no ha sido descubierta, rescatada, estudiada y difundida hasta después de su muerto. Otros, aquellos cuyos archivos fueron arrasados por la represión, el descuido, la mala suerte o todo al mismo tiempo, la han tenido aún peor. Es el caso de Josep Badosa (Arenys de Mar, 1893-1937), que apadrinó los inicios en la profesión del joven Agustí Centelles. Ahora, la donación desinteresada, por parte de su nieto Josep Lluís Badosa, de unas escasas 779 fotografías que atesoraba la familia, permitirá por lo menos que se recuerde su obra, aunque solo se trate de una fracción de su trabajo.

Josep Lluís Badosa ha cedido 680 negativos en placa de vidrio y poco más de cien copias sobre papel al Arxiu Fotogràfic de Barcelona, de titularidad municipal. Allí se encuentra con toda probabilidad (sin contar con lo que pueda esconderse en archivos del Estado fruto de la depredación de la posguerra) el resto del trabajo que se pueda conservar de su abuelo, mezclado con lo que queda del archivo deEl Día Gráfico,donde colaboró de 1914 a 1937. Cuando finalice el trabajo de documentación que tiene en marcha actualmente el AFB, y alguien emprenda el vaciado de los diarios donde publicó (el tipo de iniciativas que corresponderían al centro de fotografía cuya creación el pasado Govern estudió sin llegar a concretar), quizá haya material suficiente para reconstruir su figura, truncada por una muerte prematura a los 44 años cuando, explica su nieto, «un médico decidió tratarle la fiebre poniéndole hielo en el pecho cuando resulta que había enfermado de neumonía».

Las imágenes conservadas por la familia incluyen escenas de paisajes de Barcelona, actividades deportivas y sociales y numerosas vistas aéreas de Catalunya tomadas en 1929 desde una avioneta alquilada. En cambio, no se conserva su trabajo de carácter político, incluyendo las fotos de la lucha callejera el 19 de julio que su nieto vio en casa hace muchos años, los efectos de los bombardeos o su cobertura de la expedición fracasada a Mallorca.

«Recuerdo -dice Josep Lluís Badosa- una fotografía con guardias de asalto en los combates de la plaza de Catalunya, y a una mujer partida por la mitad por una bomba. Después de la guerra -prosigue-, como sucedió con todos los fotógrafos de la ciudad, se exigió a la familia la entrega del archivo. Y de las fotos que sí conservó mi padre solo quedan las menos conflictivas, las fotos de la guerra civil no han aparecido. Mi abuelo era muy lanzado pero mi padre vivió en tiempos de miedo».

Según el primer perfil biográfico elaborado en 1990 para la revistaCapçalerapor Josep Cruañas, Badosa se incorporó a los 16 años en la plantilla deEl Día Gráfico, el primer diario de la ciudad que apostó por el fotoperiodismo, aunque sus fotografías se publicaron también enLa Noche, La Tribuna, La Humanitat y Imatges, de Barcelona, y As, El Sol y La Voz, de Madrid. Badosa fue el primer fotógrafo catalán que adoptó una cámara con película de paso universal, una Leica, en lugar de las engorrosas cámaras de placas de vidrio. Una vez probada su utilidad, lo siguieron Centelles y Pérez de Rozas.

Josep Badosa empleó de1927 a 1931 como ayudante a Agustí Centelles, 16 años más joven que él y que hasta ese momento había trabajado en los talleres deEl Día Gráficoy como laboratorista de Francesc de Baños. «Durante cuatro años y medio acompañaba a Badosa por todas partes, y de ella aprendió el oficio de reportero desde diferentes géneros: deportes, espectáculos, actos oficiales y de sociedad (...) Empezó a publicar en varios diarios y revistas firmando con el nombre de su patrón. Al margen de la relación profesional, maestro y aprendiz establecieron una profunda amistad», apunta Teresa Ferré en susApuntes para una biografíade Agustí Centelles.

Después de que Centelles se fuera a la mili y, posteriormente, se independizara - «tenía un espíritu independiente y más politizado», explica el nieto de Josep Badosa-, le relevó el hijo de su patrón, Josep Maria Badosa. Al igual que Centelles, con quien siguió manteniendo buena relación, solo pudo trabajar en la fotografía industrial, depurado como fotoperiodista por el régimen.