EXPOSICIÓN DE ARTE

Perico Pastor ocupa La Pedrera con sus ilustraciones de la Biblia

A la izquierda, una de las ilustraciones del libro de los Salmos; a la derecha, 'Mar Roig', del Éxodo.

A la izquierda, una de las ilustraciones del libro de los Salmos; a la derecha, 'Mar Roig', del Éxodo.

NATÀLIA FARRÉ / Barcelona

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Perico Pastor (La Seu d'Ur-gell, 1957) empieza el año con buen pie. Sus últimos trabajos y las ilustraciones que realizó hace tres años para iluminar la Biblia Catalana Interconfesional se exhiben en tres exposiciones repartidas por el territorio catalán. «Tantas muestras a la vez, afortunadamente, no son algo habitual», exclama el pintor. La frase, medio en serio medio en broma, surge del esfuerzo que supone prepararlas, porque, según Pastor, «lo que da menos trabajo de una exposición es pintarla». Y de aquí que las últimas semanas no se las haya pasado en el taller entre pinceles, sino seleccionando piezas.

ParaLa Bíblia Il·luminada, en La Pedrera hasta el 20 de enero, ha escogido 350 dibujos y acuarelas que resumen el millar de ilustraciones que realizó, por encargo de Enciclopèdia Catalana, para iluminar una edición de lujo de la obra. Un trabajo del que se siente especialmente «contento». «La Biblia es uno de los 14ochomilesde la ilustración. Contiene muchos libros, escritos por muchas manos y en épocas diferentes. Esto exige adaptar el estilo a cada texto para que la ilustración, de algún modo, indique el cambio de pasaje».

Y esto es lo que intentó hacer con sus dibujos. Así, cada bloque de la Biblia esta iluminado con un estilo diferente. Las ilustraciones del Pentateuco están hechas con un grafismo denso que pretende reflejar la intensidad del texto. En cambio, los Salmos y los Proverbios, mucho más poéticos, van acompañados de dibujos más grandes y aireados. Y en el caso del Apocalipsis y el Eclesiastés. las ilustraciones son más abstractas.

DURA Y FANTÁSTICA / «Salieron así», afirma Pastor, quien también explica que no intentó «hacer una reconstrucción histórica» de los textos, ya que «nadie sabe cómo era la cara de Abraham»; ni acercarse a la iconología bíblica del arte. Todo lo contrario, confió en sus recuerdos. «No soy creyente, pero sí he recibido una educación católica. Por lo tanto, un 80% de lo que se explica en la Biblia me es familiar». Pese a esto, hasta que le llegó el encargo nunca se había enfrentado al texto, y después de su lectura se muestra tan fascinado como entusiasmado: «Como libro, es precioso. Tiene trozos duros y fantásticos. El Levítico, el Números y el Deuteronomio son clautrofóbicos, en cambio el libro de Job recuerda a una tragedia shakespeariana. Y el Cantar de los Cantares es muy bonito».

La exposición de Lleida (en el Espai Cavaller y la sala Indecor hasta el 31 de enero) también le ha acercado a la lectura, ya que algunas de las piezas que expone, todas recientes, están inspiradas en los poemas de Màrius Torres. Eltour artístico acaba en Reus, donde Pastor expone por primera vez. Es en la galería Anquins, también hasta el 31 de enero, y aunque muestra, sobre todo, obra reciente, hay alguna pieza anterior.