SALÓN DEL MANGA DE BARCELONA

En busca del trazo clásico

Pionero  8 El dibujante de manga, Izumi Matsumoto, frente a sus incondicionales seguidores.

Pionero 8 El dibujante de manga, Izumi Matsumoto, frente a sus incondicionales seguidores.

JOSEP MARIA BERENGUERAS
BARCELONA

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El tópico de quelos clásicos nunca muerenestá también vigente en una feria como el Salón del Manga de Barcelona. En la cita que termina hoy se mezclan las últimas novedades del sector con las series más famosas de todos los tiempos en una simbiosis peculiar: mientras los recién llegados -que a menudo acaban de llegar a la adolescencia-, se apasionan por títulos de acción comoNaruto, los seguidores de más edad habitualmente hablan de lo buenas que eran aquellas series de antaño, las responsables de que hoy en España el manga goce de buena salud.

«No me esperaba en absoluto el éxito que tuvoJohnny y sus amigos(Kimagure Orange Road)», asegura el autor japonés Izumi Matsumoto, invitado a la feria. Su serie fue una de las de más éxito a principios de los 90, cuando las televisiones privadas acababan de nacer. Una de ellas, Tele 5, decidió copiar el modelo de su hermanísima italiana: programas transgresores y animación a destajo. La mayoría de aquellas series provenían de Japón, aunque, eso sí, habían pasado previamente por la censura italiana.

Una de esas producciones fueJohnny y sus amigos, cuyo primer pase cosechó una audiencia media del 20%. «Llevaba tiempo queriendo utilizar un triángulo amoroso en una serie y esa vez pensé que era ideal para la historia que quería contar. Se me ocurrió hacerlo con dos chicas que fueran totalmente opuestas», explica Matsumoto. La serie narra las aventuras de dos jóvenes de personalidades y caracteres totalmente opuestos, enamoradas de un mismo chico. «Madoka (una de ellas) es la clave del éxito de la serie. Es una persona con mucha personalidad, adulta. Está inspirada en Phoebe Cates y una cantante japonesa», señala. Hoy en día, está considerada un mito en Japón, algo así como la mujer perfecta, y también permanece en la memoria de muchos españoles. El manga deJohnny y sus amigos es uno de los que ha sido relanzado recientemente en España.

La recuperación es una de las tendencias actuales: mientras que la mayoría de mangas de éxito en Japón ya se están publicando en nuestro país, algunas editoriales exhuman títulos de los 90, pero también de los 70 y 80. «El manga ha llegado a un punto de relativa madurez en el que empiezan a interesar los clásicos. Una vez has ofrecido la novedad, la gente te pide obras de Osamu Tezuka (considerado el padre del manga) oMazinger…- señala Félix Sabaté, editor jefe de Ediciones Glénat-. Si tuvieron adaptación televisiva y en su día pudieron verse en España, el público está asegurado».

La barrera psicológica

Mientras en España se reeditan clásicos comoAdolf, de Tezuka, o se preparan reediciones como la deRanma 1/2, Japón, el país de las nuevas tecnologías, piensa en el futuro. Matsumoto siempre ha sido un alumno avanzado, y ya en 1995 se lanzó a editar cómics en formato digital. Todo un precursor. «Dibujaba a mano, pero empecé a usar el ordenador para pintar y me di cuenta de que se podían hacer grandes cosas», asegura.

Hoy, 15 años después, el autor ve un gran porvenir en el cómic digital: «En su origen el cómic está pensado para el papel. Pero tal vez ya es hora de romper la barrera psicológica y hacer publicaciones digitales». En Japón, las editoriales ya están probando la realización de mangas en formato de libro electrónico, versiones para móviles y también cómics narrados.

« Si la televisión no mató a la radio, estoy convencido de que el manga en papel tampoco va a desa-

parecer», sentencia Matsumoto.