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La Academia del Cine premia a la "alquimista" Rosa Maria Sardà

Álex de la Iglesia y Rosa Maria Sardà, ayer, durante la entrega de la Medalla de Oro en Barcelona.

Álex de la Iglesia y Rosa Maria Sardà, ayer, durante la entrega de la Medalla de Oro en Barcelona.

NATÀLIA FARRÉ / Barcelona

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«Rosa Rosa María es al cine español lo que Humphrey Bogart al cine negro». Así de contundente se mostró ayer Álex de la Iglesia, presidente de la Academia del las Artes y las Ciencias Cinematográficas, durante la entrega a Rosa Maria Sardà (Barcelona, 1941) de la Medalla de Oro de la institución. Hubo más elogios como el de «alquimista» capaz de «convertir en oro todo lo negro» y «lo trágico, en cómico». Motivos más que suficientes para que la intérprete se hiciera, por fin, con uno de los principales galardones del séptimo arte en España y uno de los pocos que se le resistían.

Y «contenta» se mostró la actriz por recibir el reconocimiento: «Haber vivido dignamente un oficio que elegí y tener el aprecio de mis compañeros es el éxito más grande que se puede esperar», declaró durante la ceremonia de entrega que tuvo lugar por la mañana, en el Liceu. Por la noche, el reconocimiento continuó con la cena homenaje que los colegas de profesión le ofrecieron en la sede de la Academia, en Madrid.

TODOS LOS DIRECTORES / Sardà, que, entre otros galardones, atesora dos premios Goya como mejor actriz de reparto porSin vergüenza (2001) y¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo? (1992) y ha rodado bajo las órdenes de Fernando Trueba, Fernando Colomo, Ventura Pons, Luis García Berlanga y Pedro Almodóvar, recibió el premio por su trayectoria profesional y por su contribución a la mejora del cine español. Un cine que, dijo, «es bueno porque hace buenas películas cuando puede, cuando se producen las circunstancias necesarias, aunque eso no siempre sucede». Acerca de su carrera, confesó que no cambiaría nada, pues, según Sardà, todo está «porque es fruto del momento».

Aunque quizá hay algo que todavía no ha hecho pero le gustaría hacer: trabajar con Álex de la Iglesia, uno de los pocos directores españoles con los que todavía no ha colaborado. De aquí la respuesta de la actriz cuando el presidente de la Academia la llamó para comunicarle la concesión de la medalla: «Creía que me llamabas para ofrecerme una película», bromeó entonces Sardà.

El filme, ya estrenado,La vida empieza hoy (2010), de Laura Mañá, y la serieDivines, dirigida por su hijo Pol Mainat y aún pendiente de emisión, son sus últimos trabajos.