Reconocimiento para una escritora teatral catalana

El Premio Nacional encumbra a Lluïsa Cunillé

La autora gana con 'Aquel aire infinito' el galardón de Literatura Dramática

Lluïsa Cunillé, en actitud pensativa, durante el ensayo de una de sus obras en el Lliure.

Lluïsa Cunillé, en actitud pensativa, durante el ensayo de una de sus obras en el Lliure.

JOSÉ CARLOS SORRIBES
BARCELONA

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La relevante carrera teatral de Lluïsa Cunillé (Badalona, 1961) ascendió ayer un peldaño más al recibir el Premio Nacional de Literatura Dramática, dotado con 20.000 euros, del Ministerio de Cultura por Aquel aire infinito, un texto muy poco conocido de la autora. Lo escribió en el 2002, se estrenó el año siguiente en Sagunt, pero que no se editó hasta el 2009, condición indispensable para recibir el galardón. Cultura destina el premio a una obra publicada el año anterior por un autor español en una lengua oficial del Estado. Ñaque Editora, una editorial especializada en artes escénicas con sedes en Ciudad Real y Madrido, cumplió el requisito de la publicación.

Cunillé se mostró ayer «muy contenta» por este premio para una tragedia que presenta el encuentro entre un inmigrante, un Ulises de nuestros tiempos, y cuatro mujeres que vienen a ser las Medea, Fedra, Electra y Antígona de los mitos clásicos. Sus breves declaraciones deberían de ocupar un lugar privilegiado en las hemerotecas. Por su enorme timidez, tiene pánico a las entrevistas y a las apariciones públicas. Tanto que Cunillé nunca participa en las presentaciones de los estrenos de sus textos y también cuesta encontrar una fotografía suya. «Soy muy mala hablando de mi propia obra», afirmó ayer a Europa Press, aunque sí puntualizó que en Aquel aire infinito pretende apuntar la vigencia, la actualidad, de lo que nos hablan los mitos griegos.

HONGARESA DE TEATRE / Aquel aire infinito se estrenó en la Casa de Cultura de Sagunt en enero del 2003 y también se vio el mes siguiente en la Beckett, apenas dos días, durante un ciclo dedicado al autor Paco Zarzoso y a la compañía Hongaresa de Teatre. Al grupo valenciano, formado en 1995 por Cunillé, Zarzoso y Lola López, sigue vinculada una autora de manifiestas fidelidades, como la que mantiene con la propia Beckett. Allí se formó en los seminarios de dramaturgia textual de José Sanchis Sinisterra y bajo el impulso de El Teatro Fronterizo, estreno su primera obra, Rodeo (1992), dentro de un ciclo de nuevos autores que se programó en el Mercat de les Flors.

A partir de esa première, desarrolló una incesante producción de textos marcados por su esquematismo, lenguaje preciso y unas atmósferas tan íntimas como enigmáticas. La particular dramaturgia de Cunillé obtuvo pronto la complicidad de Xavier Albertí, el director que ha montado más obras suya  y con quien ha ampliado los márgenes de su escritura teatral, sobre todo desde su entrada en el Lliure a partir del año 2002.

Barcelona, mapa d'ombres (2004), dirigida por otra cómplice como Lurdes Barba, fue otra de las obras que impulsó su trayectoria hacia nuevos territorios. El texto, que tuvo una versión cinematográfica de Ventura Pons, le dio el Premi Ciutat de Barcelona. Tres años después, cuando ya era artista residente del Lliure, el reconocimiento fue mayor con el Premi Nacional de Teatre  de la Generalitat por Après moi, le déluge, una pieza con gran éxito de público y de crítica.