entrevista con la ministra de Cultura

Ángeles González-Sinde: "Crearemos un gran centro nacional de fotografía"

La ministra de Cultura, con un pie en el Planeta y el otro en Sitges, responde a los taurinos y anuncia un gran archivo fotográfico

«Crearemos un gran centro nacional de fotografía»_MEDIA_1

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ERNEST ALÓS / Barcelona

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-¿Qué implica el traspaso de las competencias de toros de Interior a Cultura anunciado por Rubalcaba?

-Las competencias en materia taurina están transferidas a las comunidades autónomas. En el Ministerio del Interior quedaban dos, el registro de artistas y el análisis de las astas. Ese registro se traspasará.

-El sector ve además un valor simbólico en ese traspaso.

--Para ellos tiene valor simbólico pero también deben ser conscientes de cuál es la realidad de nuestro ordenamiento jurídico. Cuando Catalunya toma una iniciativa en su Parlamento tiene absoluta potestad para hacerlo. No pueden hacerse ilusiones respecto a las propuestas que han hecho otros partidos.

-Por lo tanto, ¿cree que el Estado debe intervenir para proteger un bien cultural de interés nacional como propone el PP o que las comunidades pueden prohibir, tolerar o promover los toros en función de la sensibilidad en cada una de ellas?

-Eso es a lo que en España estamos acostumbrados en tantos otros temas. Respecto a si los toros deben estar o no en Cultura, lo que es innegable es que en todas las colecciones de los museos hay elementos y referencias a ellos. Es así desde hace siglos, sin que se necesite una etiqueta.

-¿Debería la ley ser más expeditiva contra las descargas piratas, como le han pedido los editores?

-El proceso que tenemos en la ley de economía sostenible es un proyecto equilibrado para quienes tienen un bien que quieren explotar comercialmente y para quienes pueden sentirse preocupados por sus derechos fundamentales de libertad de expresión. Por eso es importante que tengamos ese marco que garantice que si alguien percibe que se vulneran sus derechos pueda reclamar. Vamos de una sociedad analógica a otra en que la tecnología permite la rapidez en la transmisión y reproducción. Cómo equilibrar ambos mundos y que no se venga abajo la industria cultural es la respuesta que debemos encontrar. Comparto la preocupación de los editores, el libro es la industria cultural con más peso y nos jugamos mucho con ella.

-Los editores también reclaman que se acepte que el libro digital tenga el mismo IVA, el 4%, que el de papel.

-Estas peticiones son razonables. Los asuntos de IVA se debaten en la Comisión Europea y confiamos en que los ministros de Hacienda, a pesar de su preocupación por todo lo que afecte a la recaudación, nos permitan avanzar en este sentido.

-Ignasi Guardans se ha pronunciado a favor de la sustitución progresiva del doblaje por la cultura de la versión original. ¿Qué opina?

-También el ministro de Educación aboga porque hagamos este esfuerzo. Somos demasiado resistentes a otras lenguas, también a las otras lenguas que se hablan en nuestro país, con las que no nos comportamos con la naturalidad que deberíamos. No tenemos el hábito de escuchar otra lengua que no sea el español. Creo que hay margen para que las generaciones más jóvenes vayan habituándose a la versión original, lo cual favorecería su aprendizaje de otras lenguas. Estas transiciones hay que hacerlas poco a poco y respetando los gustos del público, sobre todo en un momento tan vulnerable para la exhibición del cine. También será necesaria la participación de las televisiones públicas.

-La ley catalana del cine topa también con esta realidad del mercado.

-La ley tiene muchos aspectos positivos y si estas cosas se hacen de acuerdo con distribuidores y exhibidores podrían llegar a buen puerto.

-Ante la polémica sobre el destino de los archivos fotográficos, ¿cree que es necesario crear un centro que coordine la conservación y difusión de este patrimonio?

-¿Un centro nacional de fotografía? Por supuesto. Estamos en ello desde el verano y lo crearemos antes de final de año. Tendrá la sede en el centro de artes visuales de Embajadores (en Madrid,) cuyas obras empiezan el año que viene. Pero antes de que disponga de una sede y de unos almacenes es necesario que empiece a coordinar todo lo que hay en museos, archivos y bibliotecas.

-¿Un centro en la nube, virtual, o también un archivo donde se depositen los fondos de los fotógrafos?

-Las dos cosas. Sus archivos crecen y son costosos de mantener, y han de saber que hay un lugar físico donde puedan depositarlos o donarlos. Que este país, que es un país de fotógrafos y de pintores, no tenga a estas alturas un centro nacional de fotografía sorprende.

-Se supone que un centro de este tipo tendrá una política de adquisiciones. ¿Habrá más casos Centelles?

-Si hay un fotógrafo o heredero que negocia simultáneamente con dos partes y elige a quién vender, pues lamentablemente… intentaremos que no ocurra, porque los archivos del Estado son de todos los ciudadanos y han de ser accesibles para todos. Es un caso en el que no hemos actuado de mala fe y en el que no estaba en el ánimo del Ministerio quitarle a Catalunya su memoria, sino al contrario, preservarla.

-¿Le consta si su ministerio mantiene negociaciones sobre otros fondos, por ejemplo con Maspons?

-A raíz de la adquisición de la colección Centelles hemos recibido llamadas de muchos fotógrafos o familias de fotógrafos. Ha tenido un efecto llamada importante. Vicente Nieto ha donado su archivo, y en otros casos quieren venderlo o reservarse los derechos de explotación. Depende. Y hay más, muchos más, a lo largo del último año. Es mejor que estén en manos del Estado que en manos de coleccionistas

-O pudriéndose.

-Exactamente. Y en el caso de Maspons no hay ahora mismo nada, pero no hay que descartar que la familia se haya puesto en contacto, pero como otros tantos casos.