drama

'La red social', la revancha de los novatos

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NANDO SALVÀ

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Fábula moral densa, locuaz y adictiva, la nueva película de David Fincher -quizá su obra más completa y socialmente relevante- está menos interesada enmapear el sistema de interacciones humanas creado por Facebook que en psicoanalizarlo a través de su cofundador. Si Ciudadano Kanemostraba la imposibilidad de reconstruir la vida de un individuo visionario,La red socialtrata de entender la invención de una idea visionaria por parte de un individuo inexplicable que, qué ironía, creó un espacio ubicuo para la amistad mientras él mismo solo lograba aislarse. Motivado por sus celos hacia todo aquel que fuera más sociable que él -todo el mundo-, se convierte aquí en (anti)héroe de una tragicomedia shakespeariana de alcance universal, llena de lujuria -al dinero, el estatus o la amistad- y traición, que a la vez es el retrato de la sociedad de narcisistas en la que nos hemos convertido, empeñados en publicitar el minuto a minuto de nuestra cotidianidad, nuestros estados de ánimo cambiantes y nuestra situación sentimental. Es, por tanto, un evento cinematográfico imprescindible, y una obra maestra.

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