UNA BANDA CON CREDENCIALES

Valores de familia

Fiction Plane, con Joe Sumner, hijo de Sting, al frente, sonó en Apolo como una versión juvenil y endurecida de The Police

Joe Sumner, hijo de Sting, durante el concierto de Fiction Plane.

Joe Sumner, hijo de Sting, durante el concierto de Fiction Plane.

JORDI BIANCIOTTO / Barcelona

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Después de la retórica común de loshijos de(«tener un padre con tanto talento me ha perjudicado», etcétera), queda un artista solo, o casi, en escena y unos pocos años para demostrar si vale o no. La paciencia de la humanidad es limitada y en la cuneta se retuercen algunos embriones con exquisito ADN (un saludo para Julian Lennon). Fiction Plane, trío encabezado por Joe Sumner, primogénito de Sting, no disimula: en el 2007 salió de gira mundial como telonero de The Police. Pero, de vuelta al mundo real, se ve actuando en salas medias que se acaban quedando grandes, como el miércoles en La 2, de Apolo.

Fiction Plane ha publicado tres discos desde el 2003. Joe Sumner toca el bajo y canta con una tendencia al graznido que nos resulta vagamente familiar. El grupo es unpower triode texturas tersas en el que los integrantes se esfuerzan por cubrir todos los planos sonoros con sudor y dedicación, como si se pelearan con un torno industrial. Rock-fuerza de mínimos instrumentales, que integra esbozos de reggae y estrofas histriónicas, y revela sedimentos de pos-punk y pos-grunge. La versión corta es que Fiction Plane suena como unos The Police rejuvenecidos y diseñados por el mánager de Nirvana. No es un calamidad de grupo; algunas de sus canciones son estimables, pero hay algo en ellos que te hace pensar dónde demonios está escondida la cámara oculta.

Un tipo bromista

Su repertorio es breve y lo exprimieron en hora y cuarto de actuación basada en su tercera obra,Sparks, de la que interpretaron casi todas las canciones. La imagen y prestancia de Joe Sumner eran a Sting lo que Queco Novell al Zapatero dePolònia: el modelo de bajo Fender, los agudos aniñados, la literatura de bajo rango («estoy muy caliente», entre otras confesiones en castellano extraídas de la guíaEuropa en 10 días) y las zancadas hasta lo alto del equipo de sonido, que casi se saldaron con un cabezazo de época y el consiguiente ingreso hospitalario. Informado de la actualidad sociopolítica, clamó por «pasarlo bien pese a la huelga».

Canciones comoPush me aroundoIt's a liemotivaron a los presentes y alentaron tímidos cánticos. Otras, comoHumanoidyPut on your shoes, desprendían tramas obsesivas de corte más afilado, entre unos Talking Heads de línea clara y unos The Fall deshuesados. Pero, aun en los momentos más frenéticos, viejos fantasmas sobrevolaban grácilmente la sala y te sugerían al oído que alguien pidieraSo lonelyoRoxanne.

Fiction Plane tiene algo de criatura desubicada. Debería atraer al público del rock alternativo, pero en la platea se intuían abundantesfansde The Police que quizá imaginaban cómo debía de ser un recital suyo en sus primeros tiempos. Es una banda de clubs, pero Sumner operaba como si estuviera en un estadio, pidiendo al público que coreara estribillos e hiciera palmas brazos en alto. Es natural viniendo de donde viene. Pero que no se entretenga: su tiempo para demostrar porqué le dedicamos artículos como este se agota: tic, tac, tic, tac.