El perfil

Después del rock

Anton Corbijn busca su lugar como director de cine tras haber sido el fotógrafo de algunas de las mejores bandas de la historia

Q. C.
BARCELONA

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Anton Corbijn, nacido en la localidad holandesa de Strijen en 1955, se fue a Londres en 1979 porque su trabajo como fotógrafo no era demasiado bien aceptado y, sobre todo, porque quería estar cerca del lugar donde se hacía la música que le gustaba. Y lo que más le gustaba en ese momento se cocinaba en Manchester, en la primera escena musical de aquella ciudad, con Joy Division a la cabeza de una nueva forma de encarar el rock después de la revolución propugnada por el movimiento punk.

El grupo liderado por Ian Curtis se convirtió en una «obsesión» para Corbijn después del lanzamiento de su primer disco. «Mi inglés era muy limitado entonces, pero entendía el sentimiento a través del sonido y del diseño de la portada de su disco». explica. La portada de Unknow pleasures, el primer álbum de Joy Division, tiene mucho que ver, en su concepción gótica en blanco y negro, con algunos de los trabajos fotográficos de Corbijn. Joy Division representaban para Corbijn el espíritu de su tiempo más que ningún otro grupo del momento.

No es de extrañar que para su debut como director cinematográfico, Control (2007), Corbijn escogiera un biopic pausado y minimalista, siempre muy contenido, sobre Ian Curtis y, por extensión, Joy Division y la vida en el Manchester de finales de los años 70; aunque el filme, es también una enorme y sentida historia de amor entre un artista torturado, su esposa y su amante. La trayectoria de Corbijn siempre ha estado muy asociada al rock y la realización de Control se vio como algo lógico en este sentido, aunque con El americano quiera desvincularse de esa idea.

En sus libros de fotografías -Famousz (1989), Allegro (1991), Star trak (1996), 33 still lives (1999) o uno dedicado integramente a U2- hay mucha presencia de estrellas e iconos independientes del rock, el pop o el jazz, de Tom Waits a Bono, de Peter Hammill a Nick Cave, además de personajes anónimos y stars cinematográficas. El hiperrealismo de sus fotos, sobre todo las realizadas en blanco y negro, de esos primeros planos que desnudan a los personajes fotografiados, se ha visto trasladado a algunos de sus videoclips y portadas de discos.

Artistas como Joni Mitchell, Mercury Rev, Johnny Cash, U2, Davil Sylvian, Nirvana, Echo and the Bunnymen, Herbert Gronemeyer -autor de la banda sonora de El americano-, Beck, Nick Cave, Metallica y, sobre todo, Depeche Mode -para quienes también ha diseñado escenarios e instalaciones de sus giras-, se han beneficiado de sus muy plásticos videoclips. El DVD The work of director: Anton Corbijn, editado en el 2005, recopila casi todos sus trabajos. En 1993 realizó Somo yoyo stuff, un curioso retrato en formato corto de Captain Beelheart con participación de David Lynch.

Libros de fotografía

Control nació como una especie de deuda contraída. Corbijn llegó a Inglaterra para estar más cerca de grupos como Joy Division, creció y maduró escuchando sus discos y en 1988 realizó el video del tema Atmosphere en homenaje a Ian Curtis. Saldada esa deuda, parece que Corbijn está por la labor de demostrar que es mucho más que un fotógrafo musical de prestigio pasado al cine. El americano, una producción de George Clooney, alguien que acostumbra a tener buen ojo a la hora de contratar directores, se inscribe en esta dirección: thriller, fotografía en color, escenarios rurales…

Pero el cine no le ha hecho olvidar la materia primigenia de su arte, la fotografía. Tras la publicación de un libro sobre el rodaje de Control, ultima ahora otro volumen de fotografías titulado Inside The American, en el que pasa revista a escenarios, localizaciones y detalles de la filmación de El americano.