MUESTRA

Londres recuerda a Jimi Hendrix en el 40º aniversario de su muerte

Martin Wyatt muestra la chaqueta de terciopelo naranja.

Martin Wyatt muestra la chaqueta de terciopelo naranja.

BEGOÑA ARCE
LONDRES

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¿Qué tienen en común Jimi Hendrix y George Friedrich Händel? ¿Cuál es la conexión entre el genio de la guitarra eléctrica desaparecido a los 27 años y el compositor barroco adulado por la corte de Jorge I? La respuesta se encuentra en Brook Street. En esta calle del barrio londinense de Mayfair vivieron los dos músicos, puerta con puerta, aunque dos siglos les separaron. Convertido en la Casa Museo de Händel, el edificio acogerá a partir de mañana y hasta el 7 de noviembre la exposición Hendrix in Britain, que recrea la conexión del estadounidense con Gran Bretaña y su interés por el creador de El Mesías. Además, del 15 al 26 de septiembre, se abrirá al público el piso donde habitó el influyente artista.

Hendrix se instaló en la última planta del número 23, en 1968, con su novia inglesa Kathy Etchingham. La pareja, a la que habían echado de otro piso por hacer demasiado ruido, pagaba 30 libras (unos 35 euros) de renta a la semana y durante su estancia llevó una existencia discreta. «Este es mi primer hogar verdadero», escribió entonces la estrella. Hendrix fue incluso a algunos establecimientos de Oxford Street a comprar unos cuantos muebles para las cuatro habitaciones de la vivienda, que decoró con alfombras indias hippies al estilo de la época.

TRÁGICO DESENLACE / En la planta baja del estrecho edificio de ladrillo rojo había entonces un restaurante chino y en la puerta de al lado una placa azul del English Heritage recordando que aquel había sido el hogar de Händel durante casi 40 años. Hoy hay un rótulo similar en la entrada de la que fue la casa de Hendrix.

Al que está considerado como uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos le intrigó la historia del genio alemán. Recorrió tiendas de discos, como One Stop Records y HMV, dispuesto a descubrir la música del que había sido  su vecino. Entre los temas que compró figuran El MesíasMusic for the Royal Fireworks Water Music. Dos años después, murió, en el hotel Samarcanda de Notting Hill, en Londres, a causa de una presunta sobredosis.

El próximo 18 de septiembre se cumplen cuatro décadas de aquella muerte y como homenaje el museo de Händel abrirá al público el antiguo piso del guitarrista. La vivienda está actualmente ocupada por los servicios administrativos del museo, pero sus empleados han empaquetado temporalmente carpetas y archivos para poder mostrar el espacio a los visitantes.

En el edificio contiguo podrá verse la exposición Hendrix in Britain, en la que se exhibirán manuscritos con las letras de las canciones escritas por el guitarrista, películas, primeras grabaciones, fotografías, así como recuerdos de la cultura y la música pop. Además, los fans podrán ver de cerca algunas conocidas prendas del relumbrante vestuario del músico, como la famosa chaqueta de terciopelo naranja. Hay también suvenires y documentos de la presencia de Hendrix en el Festival de la Isla de Wight, en 1970, en la que fue una de sus últimas grandes actuaciones, y de otros de los conciertos que realizó durante aquellos meses.

DOS VIRTUOSOS //  Martin Wyatt, uno de los responsables del museo, cree que entre el artista psicodélico y el purista barroco existen varios paralelismos. «Los dos escribían canciones y eran músicos virtuosos en sus propios ambientes. Y los dos eran extranjeros llegados a Londres cuando la ciudad era el centro musical del mundo», afirma. Händel, sin embargo, fue discreto con su vida privada y sus relaciones sentimentales, de las que poco o nada se sabe. Hendrix, en cambio, vivió y murió rodeado de una leyenda sulfurosa de promiscuidad sexual y escándalos, con fiestas salvajes, alcohol y drogas, según los cánones de la época.