Sola contra todo el mundo, 'Salt'

Saltes una película de espionaje a la vieja usanza en cuanto a los vericuetos de su trama, que se inicia como un clásico relato de espías en plena guerra fría aunque se inclina rápidamente por el superespectáculo de acción pura y dura, adrenalínica, con muchas peleas, muchos tiroteos y persecuciones, muchos coches destrozados y edificios hechos trizas.

Angelina Jolie, epicentro de la función en todo momento (¿hay algún plano relevante del filme en el que no aparezca?) parece revivir sus andanzas como Lara Croft pese a que en los primeros 15 minutos del filme, los más interesantes desde una perspectiva del género clásico de espías, parece un personaje tan baqueteado e inseguro como el de la entrañable protagonista de la serie televisivaAlias, elogio catódico del relato de espías, agentes dobles y los ditirámbicos mecanismos del contraespionaje.

Pero las posibles dudas se disipan pronto. Esto es una producción de Hollywood a pleno rendimiento, una ración de tensión y violencia para el periodo estival, así que no conviene buscar cosas donde no las hay. La protagonista, sola contra todo y contra todos, demuestra ser una especie de arma de destrucción masiva encarnada bajo curvilínea figura femenina.

Puede que el filme no satisfaga a nadie, pero tampoco deja una sensación de indiferencia: va de lo anodino a lo correcto pasando por una cierta inspiración, con requiebros finales poco creíbles pero estimables. La responsabilidad es tanto de Jolie, convertida en la nueva heroína del cine de acción, como de los autores de la trama y del director, Phillip Noyce, un cineasta cumplidor con las normas que ha sabido moverse bien tanto en las historias de espionaje tradicional, modelo Graham Greene (firmó la segunda versión de El americano impasible), como en las que basculan hacia un ritmo mucho más frenético y sin tiempo para la reflexión: suyas son también Juego de patriotasyPeligro inminente,dos películas sobre las andanzas del analista de la CIA Jack Ryan.