recuerdo de un concierto de verano / 10

El bautismo del rock duro

Rainbow, UFO y Def Leppard // Barcelona, 3 de julio de 1981 // La Monumental //

El guitarrista Ritchie Blackmore, liderando la banda Rainbow en la plaza de toros Monumental.

El guitarrista Ritchie Blackmore, liderando la banda Rainbow en la plaza de toros Monumental.

JORDI BIANCIOTTO
BARCELONA

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E n la primera mitad de los 80, el rock duro y su vástago, el heavy metal, generaron un fenómeno que llenó pabellones, campos de fútbol y plazas de toros con una alegría proporcional a la indiferencia de buena parte de la crítica y los creadores de tendencias. Y 1981 fue el año clave: nos visitaron por primera vez AC/DC, Ted Nugent (ambos, Palau d'Esports), Motorhead (Badalona) y elguitar heroRitchie Blackmore, con su banda, Rainbow, encabezando un cartel que incluía a UFO y Def Leppard. Fue el comienzo de una era: en 1982 debutaron aquí Iron Maiden y Scorpions; en 1983, Whitesnake y Black Sabbath; 1984, Judas Priest...

La visita de Rainbow era una de las más esperadas, no solo por la popularidad de la banda, que también, sino por el aura de Blackmore como motor creativo de Deep Purple, grupo que nunca actuó en España en su período clásico. Había apetito acumulado, aunque Rainbow no fuera Deep Purple: sus cambios de personal le convirtieron en un capricho lujoso de Blackmore, y la orientación radioformulable de su última etapa levantaba objeciones. El líder se había cansado de la épica medievalista (con la voz de Ronnie James Dio) y fijaba la mirada en el mercado americano de la mano de un cantante más melódico, Joe Lynn Turner.

NOCHE MARATONIANA/ Algún día habrá que pasar revista a las noches de delirio rockero vividas en la Monumental, ahora que este recinto parece estar a punto de cerrar una etapa en su historia. La velada del 3 de julio de 1981 fue larga y sudorosa. Empezó con Def Leppard, aún con luz de día. El grupo era una de las revelaciones de la new wave of British heavy metal y sus días de gloria (Pyromania, Hysteria) estaban por llegar. Su breve set fue una toma de contacto con un modelo de heavy rock en alza: directo, sin virtuosismos y con ganchos melódicos filo-pop.

Luego debía actuar UFO, pero Blackmore no quería que su actuación terminara de madrugada y se invirtió el orden del día. Así que salió el grupo estrella, precedido de la grabación enlatada deOver the rainbow, deEl mago de Oz. Para recordar la intensidad bautismal de la experiencia, este cronista debe retroceder hasta los 16 años. Cerrando los ojos, aparece un Ritchie Blackmore de negro, con su Fender Stratocaster blanca, adoptando poses de estrella ante la batería de fotógrafos.

En escena, Don Airey (actual teclista de Deep Purple), Joe Lynn Turner, Bob Rondinelli y otro expúrpura, Roger Glover.Spotlight kidestalló entre la humareda del hielo seco a un ritmo acelerado, con su duelo exótico de guitarra y teclados. Sonaron los éxitos (I surrender, Can't happen here, All night long) y los fetiches de laera Dio(Man on the silver mountain, Catch the rainbow, Long live rock'n'roll). Solosnon stop, un inesperadoSmoke on the water(Deep Purple) y unbonus track: una destrucción de la guitarra perpetrada por Blackmore desde una torre de sonido. El chico de 16 años conserva, casi tres décadas después, una astilla que tiene el aspecto de una reliquia recogida en otra vida.

Cerró el cartel UFO, presentando el potenteThe wild, the willing and the innocent, pero era tarde y media audiencia se había evaporado. Luego supimos que el mánager de Rainbow, Ian Broad, y el cantante de UFO, Phil Mogg, se habían liado a tortazos y eso había dilatado más la espera. En aquellos tiempos, el rock aún estaba por domesticar.