ARQUITECTURA 3 GALARDÓN

El Pritzker premia el estilo zen de los japoneses SANAA

El jurado alaba la sencillez de los diseños de Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa

GEMMA TRAMULLAS
BARCELONA

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definitivamente, el reinado de los arquitectos estrella ha concluido. El premio Pritzker, considerado el Nobel de la arquitectura, premió ayer por segundo año consecutivo un diseño de construcción casi zen que apuesta por la sutileza, la transparencia y la integración con el entorno.  En esta ocasión, además, se distingue el espíritu de colaboración de los galardonados, la pareja japonesa Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa del estudio japonés SANAA, frente al individualismo de los arquitectos mediáticos. Los premiados están inmersos en un original proyecto de ampliación del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM).

El jurado del Pritzker destacó el trabajo de Sejima y Nishizawa como «una arquitectura que es simultáneamente delicada y poderosa, precisa y fluida, que siendo ingeniosa e inteligente no hace ostentación de ello». La sutileza y la integración con el entorno fue también el argumento de la edición del 2009 del Pritzker, que premió al suizo Peter Zumthor. Es la cuarta vez en los 30 años de historia del prestigioso galardón que se distingue a arquitectos japoneses.

La historia del estudio SANAA se remonta a 1995 y una de sus primeras obras fue el museo Ogasaware, en Nagano, un edificio construido sobre una plataforma para preservar los restos medievales de un castillo. Entre sus proyectos más recientes en Occidente destacan el New Musem of Contemporary Art de Nueva York, la escuela de diseño Zollverein de Essen (Alemania) y el Centro Rolex para el estudio de lenguas en Lausana (Suiza). Aunque la pareja trabaja sobre todo en proyectos culturales, también han diseñado edifcios comerciales como el edificio Christian Dior, unos grandes almacenes de esta marca en Tokio.

CONSTRUCCIÓN ABIERTA / Al recibir la noticia del premio, Sejima, de 54 años y licenciada en la Universidad de Mujeres de Japón, declaró: «He estado explorando cómo se puede hacer una arquitectura que dé sensación de apertura». Nishizawa, de 44 años, destacó que el galardón les da «una energía dinámica como nunca habíamos sentido».

La aparente simpleza de sus edificios parte de un profundo proceso de observación del entorno y de un pormenorizado estudio de los materiales. La piel translúcida que han proyectado para crear nuevos espacios públicos en el IVAM de Valencia, por ejemplo, se les ocurrió cuando pisaron la ciudad por primera vez: «La sensación de caminar  a la sombra de los árboles bajo el resplandeciente sol valenciano nos impresionó tanto que quisimos recordarla trasladándola a la arquitectura».

El proyecto del IVAM fue distinguido hace seis años en la Bienal de Venecia de Arquitectura.  Kazuyo Sejima será precisamente la comisaria de la Bienal de este año.  Es la primera vez que una mujer dirige este prestigioso certamen.