Las claves de la cartelera

Jeff Bridges apunta al Oscar por su enorme trabajo en 'Corazón rebelde'

NANDO Salvà

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Que hoy llegue a la carteleraMillennium 3: La reina en el palacio de las corrientes de airey aun así no sea el estreno más importante de la semana es un demostración no tanto de lo cansina que resulta ya la dichosa saga, que también, como de lo magnífico que está Jeff Bridges, en Corazón rebelde, ofreciendo una interpretación de las que solo Jeff Bridges sabe convertir en inconfundiblemente suyas. Un trabajo con aroma a Oscar.

Su personaje es un perjudicado cantante de country que vive tocando sus viejos números uno en garitos de tercera y boleras para un vetusto respetable tan bebido y tristón como él mismo, mientras la fama fugaz se le escurre entre los dedos. Un tipo que ha pasado demasiados años haciendo kilómetros y empinando el codo pero que sigue devoto de su música. Es inevitable comparar Corazón rebeldeconGracias y favores(1983), en la que Robert Duvall interpretaba a un perdedor de corte similar. ¿Será casualidad que Duvall también aparece en esta película y que, además, es uno de sus productores? ¿Debería Bridges tomarse como un presagio el hecho de que Duvall se llevara el Oscar por aquel papel? Lo sabremos el domingo.

‘LOS HOMBRES QUE MIRABAN...’ / Bridges aún no tiene la estatuilla aunque ya lleva cinco nominaciones. Eso sí, nunca antes había sido candidato por una de esas interpretaciones inconfundiblemente suyas, como la deEl rey pescador, o la deSin miedo a la vida, o, cómo no, la de El gran Lebowski.Los fans de este último personaje, el mítico Nota, no deberían perderseLos hombres que miraban fijamente a las cabras, también desde hoy en cartel. En ella, completando un intrépido doblete, Bridges da vida a Bill Django, un veterano de Vietnam que fue herido en combate, volvió a casa, desapareció en el submundonew age–playas nudistas, yacuzis comunales y fiestas lisérgicas– y resurgió convencido de que la paz, el amor y el yoga podían ganar guerras. Django es pariente del Nota, y la película se inspira en el libro homnónimo de no ficción de Jon Ronson (Ediciones B) acerca de una unidad militar yanqui que operó desde los 70 y cuyos miembros creían poder leer la mente del enemigo, atravesar muros, hacerse invisibles y hasta matar caprinos con solo observarlos.

Producida por su director, Grant Heslov, y su protagonista, George Clooney, recrea un periodo de auténtico lunatismo en la historia militar americana, causado por la pérdida de confianza en las armas convencionales a causa de la derrota en Vietnam y por la influencia de la contracultura, las drogas y La guerra de las galaxias. ¿No serán los pirados experimentos con la mente que esa unidad llevó a cabo responsables de las particulares técnicas de interrogación usadas en Irak? ¿Cómo es posible que el ejército estadounidense se halle en el atolladero de Oriente Próximo si hace no mucho algunos de sus altos mandos querían hacer el amor y no la guerra?

‘MILLENNIUM 3’ / Sea como sea,Los hombres que miraban fijamente a las cabrases una de esas películas que destacan menos por méritos propios que por los valores, artísticos o no, de su fuente literaria.La reina en el palacio de las corrientes de airees otra película parasitaria. Porque, de verdad, ¿alguien cree que la trilogía cinematográficaMillenniumexistiría de no ser porque los libros en los que se basa han vendido más de 21 millones de copias? El tufillo a telefilme que las adaptaciones desprenden es una contundente respuesta.

Y, ya que preguntamos, ¿habría sido un fenómeno literario tan arrollador si el autor de las novelas, Stieg Larsson, no hubiera muerto antes de verlas publicadas? Imposible saberlo, pero está claro que tipos listos como Kurdo Baksi, autor de Mi amigo Stieg Larsson, están vendiendo churros sobre su tumba, mientras el escritor probablemente se retuerza de rabia dentro de ella, por la oportunista traición y por no haber alcanzado del éxito cuando aún podía saborearlo.

‘EL CORREDOR NOCTURNO’ / Tal fue su mala pata que uno estaría tentado de considerarla producto del destino o, más concretamente, de un error de cálculo mefistofélico, de no ser porque Mefistófeles, el diablo, no se equivoca. Nunca, ni cuando se disfraza de gritona figura paterna, como Al Pacino en Pactar con el diablo(1997), ni cuando lo hace de alter egocool, como Brad Pitt en El club de la lucha(1999), ni cuando, como Raimundo Conti (Miguel Ángel Solá) enEl corredor nocturno,la nueva película de Gerardo Herrero, se presenta como una mezcla de los otros dos. Un tipo bien vestido, bien peinado y bien hablado que promete mucho pero puede convertir tu vida en un infierno. Resulta familiar, ¿verdad?