Nine, nueve menos ocho y medio

Rob Marshall

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Estreno: 22 de enero • Daniel Day-Lewis, Marion Cotillard, Nicole Kidman, Penélope Cruz, Judi Dench, Sophia Loren • Título original: ‘Nine’ • EEUU / Italia • 118 minutos

No es la primera vez –y tiene pinta de que no será la última– que Hollywood adapta el cine de Federico Fellini en clave musical, generalmente después de que esa adaptación se haya realizado en los teatros musicales de Broadway. Noches en la ciudad, del coreógrafo y cineasta Bob Fosse, partía de Las noches de Cabiria, mientras que Empieza el espectáculo, del mismo Fosse, utilizaba elementos de Ocho y medio. Nine es ya directamente una traslación de Ocho y medio a los dominios del espectáculo tal como se entiende en las tarimas de Broadway y los despachos de Hollywood. ¿El resultado? Banalizar y respetar a partes iguales el estilo de Fellini, y más en una propuesta tan autobiográfica como fue Ocho y medio.

Rob Marshall es el nuevo mesías del musical tras el éxito de Chicago, pero carece de la imaginación visual de Minnelli, Donen o Cukor. Su principal problema es que no sabe engarzar bien las escenas de la realidad con las fantasías coreografiadas, en este caso fruto de las imaginaciones del protagonista. Su principal virtud es que saca partido a casi todos los actores –especialmente Daniel Day-Lewis y Marion Cotillard, excelentes ambos tanto en lo dramático como en lo musical– y a un diseño de producción que no revive la Italia lúdica de los 60, sino la Italia que Fellini vendió al mundo con sus filmes sobre estrellas y paparazzi.

Pocas cosas varían entre Nine y Ocho y medio. Hay secuencias, como todo lo concerniente a la amante del cineasta, encarnada por Penélope Cruz, o el paseo nocturno del director y su musa, Nicole Kidman, que son iguales, y hasta la música incidental recuerda a Nino Rota. En el apartado coreográfico, algunos momentos chirrían –la secuencia a lo Folies Bergère protagonizada por la veterana Judi Dench, la muy pop de Kate Hudson–, mientras que las de aire más intimista funcionan bien. Sobre la crisis del director que no sabe qué hacer con su nueva película, Fellini dijo más cosas con menos elementos. Nine es más retórica, más espectáculo al gusto hollywoodiense, un tipo de cine, por otro lado, que al director de La dolce vita no le disgustaba.