Andújar abandona por lesión diferente a la que sufría

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El español Pablo Andújar se retiró hoy del partido ante el austríaco Dominic Thiem en el Abierto de Río de Janeiro por una lesión en el pectoral, después de haber vuelto a la alta competición tras dos años de recuperación y tres cirugías en el codo.

Andújar, quien lloró tras su victoria en la primera ronda del Abierto de Río de Janeiro por su especial significado tras dos años sin triunfos en el circuito, aclaró hoy en declaraciones a la prensa que la lesión por la que abandonó es diferente de la que demoró tanto en recuperarse.

El español, número 1.821 en la clasificación mundial, afirmó que, al sacar, notó un dolor "muy fuerte en el pectoral, en la zona casi del hombro", y que cuando volvió a intentarlo ya no podía hacerlo más.

Agregó que el dolor que sintió no tiene nada que ver con su antigua lesión. "No he sentido nada en el codo, el codo está bien" reiteró.

Explicó que "en estos casos sé, por experiencia, que lo que hay que hacer es parar cuanto antes porque si no la lesión se puede hacer más grande, y es lo que he hecho".

El jugador de Cuenca dijo, en declaraciones en zona mixta, que este viernes se someterá a una resonancia magnética y que una vez sepa el alcance de la lesión decidirá si la próxima semana participa o no en el Abierto de Brasil, que se disputa en Sao Paulo.

"Obviamente mi intención es ir porque aquí, como os dije el otro día, he vuelto a sentirme tenista después de tanto tiempo, y bueno yo creo que esto es una micro-rotura sinceramente, pero no sé de cuántos centímetros, entonces esperaremos a mañana para decidir", manifestó.

El español, que conquistó tres títulos entre 2011 y 2014 y llegó a estar entre los 50 mejores del mundo, ha sido sometido a tres cirugías desde que se lesionó en 2015.

Desde entonces no había vencido un partido de un torneo ATP, por lo que, tras un abandono en Río de Janeiro, aceptó disputar el Abierto de esta ciudad brasileña, el único ATP 500 de Sudamérica, tras ser avisado a última hora y prácticamente sin entrenar.

El jugador de 32 años admitió que llegó a pensar en la posibilidad de retirarse de las canchas debido a que se sentía frustrado por no alcanzar mejorías pese a hacer todo lo ordenado por los médicos, pero que su familia y sus amigos, incluyendo su bebé de pocos meses, lo ayudaron a seguir la carrera.