DIVULGATIVO

TV-3 vuelve a 'Sota terra'

El programa finaliza la grabación de la segunda temporada

Fernàndez y Carbonell.

Fernàndez y Carbonell.

O. L.
BARCELONA

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Las Drassanes de Barcelona esconden probablemente más de una joya bajo sus cimientos, a tenor del descubrimiento que ha hecho el programa de arqueología de TV-3Sota terra, que el pasado miércoles finalizó, en Roses (Alt Empordà), el rodaje de la segunda temporada. El equipo de arqueólogos que dirige Eudald Carbonell ha destapado un fragmento de muralla del siglo XVI, uno de los hallazgos que se podrá ver en las nuevas entregas, que se estrenarán a lo largo del primer trimestre del 2012. El espacio que presenta Fermí Fernàndez incluye novedades y abarca, en 13 entregas, desde el cretáceo -un periodo crucial en la geología- hasta principios del siglo XX.

Sota terraeliminará la sección de cocina que aparecía en la última parte del programa, porque «cortaba el ritmo», según explica Josep Maria AndrésAranya, director del espacio. Además, la reflexión final de Carbonell pasará a distribuirse en conversaciones con el resto de expertos, a lo largo de cada capítulo.

En esta nueva etapa, el programa se detendrá en Cabrera de Mar, Deltebre, Miravet, Guimerà, Caldes de Montbui, Tàrrega, Moià y Oristà, entre otros lugares, y documentará historias de dinosaurios, gladiadores romanos, templarios, de la guerra del francés y hasta de la revolución industrial. «A través de la historia de Catalunya se puede explicar la historia universal», insiste Carbonell. YAranyaañade que el programa, una coproducción de TVC y Batabat (L'aprenent), pretende desmitificar la imagen de «cazatesoros» del arqueólogo para destacar su trabajo «metódico» y «por capas».

Para localizar los 13 enclaves, el equipo ha realizado una investigación previa que ha durado de cuatro a cinco meses. «Esta temporada será especialmente exitosa -asegura el productor ejecutivo Marc Roma-, porque los yacimientos han superado las expectativas». También hace hincapié en la calidad de las reconstrucciones en 3D y la fotografía.

Fernàndez ilustra la empatía con el público a través de una anécdota de su hijo, de 5 años: «Se queda embobado y al día siguiente me destroza el jardín buscando huesos».