Trinchera de arqueólogos

No habíamos comentado todavía este ejercicio de etnoarqueología divulgativa que ha estrenado TV-3 con el título Sota terra. El trabajo de remover tierra y pedruscos con piqueta exige paciencia y lentitud, cualidades totalmente reñidas con el ritmo que la tele exige. Pero ha sido una sorpresa el notable ingenio con que han resuelto el asunto. Sin ser Indiana Jones, han logrado transformar la prosaica y polvorienta búsqueda –cada semana, distinta– en una aventura. La presencia del televisivo Fermí Fernández, por ejemplo, ayuda muchísimo a fluidificar el ritmo. Y el rol que juega el antropólogo Eudald Carbonell es acertadísimo: sin ser actor ni criatura del espectáculo nos engancha con su sabia y, a la vez, atractiva forma de transmitir. Esta semana el reto consistía en descubrir restos humanos que todavía se encuentran enterrados en los paisajes que albergaron la terrible batalla del Ebro. En zonas de Corbera d'Ebre, por ejemplo. Y el grupo de arqueólogos, con Eudald al frente, decidieron pasar una noche en una trinchera, vestidos con uniformes del Ejército Republicano. ¡Ah! Les podía haber salido una mascarada intolerable. Una pamema tan reprochable como risible. Una indigna derivación hacia el espectáculo, en su vertiente más macabra. No fue así. Comenzó la noche como un ejercicio de ficción, pero acabó siendo una recreación sin la más leve sombra de impostura. En un momento dado, Eudald, enfundado en traje militar de alta graduación, preguntó qué sentían al resto de la tropa de arqueólogos. Algunos contestaron: «Sentimos miedo». Y entonces Eudald remató: «A mí lo que me da miedo es que esta ficción que representamos aquí pueda convertirse de nuevo, algún día, en realidad». ¡Ah! Seguro que si Garzón pudiera ver este capítulo se enternecería. A él le han impedido buscar los muertos que siguen en el olvido. Quizá, si en lugar de hacerlo como juez lo hiciera como arqueólogo, podría.

MEDIAPRO.– Hagamos hoy el hermoso ejercicio de comparar informativos. ¿Cómo dio La Sexta y cómo dio Tele 5 la noticia de la suspensión de pagos de una empresa de la todopoderosa productora Mediapro? Ha sido curiosísimo. En T-5: «Roures se ha caracterizado por una arriesgada política empresarial: ¡reventó el precio de la fórmula 1!». Mientras, en La Sexta nos decían que no era Mediapro sino que «¡Sogecable reabre la guerra del fútbol!». ¡Ahh! Criaturas.